A las 7:30 horas comienzan a llegar los primeros alumnos de la escuela primaria Jesús García, en Tlalnepantla, Estado de México. Hacen fila respetando la sana distancia, todos usan cubrebocas y limitan los saludos a un "¡hola!" lejano.
Minutos después se abren las puertas del plantel. Una docente coloca un letrero en el que se recuerdan las medidas sanitarias, mientras que el conserje se encarga de tomar la temperatura y proporcionar gel antibacterial a niñas y niños que entran en orden, respetando la sana distancia.
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Las clases presenciales en esta primaria comenzaron en diciembre de 2021 y desde entonces no han bajado la guardia, asegura el conserje Mario Pérez.
"Esto ya es la normalidad. Desde diciembre que se abrió la escuela todos los alumnos no han dejado de asistir y así es como nos cuidamos", dice mientras sostiene la botella de gel antibacterial y el termómetro.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dio a conocer esta semana que el país lleva nueve semanas con un "incremento progresivo" de contagios de covid-19, aunque con una "enfermedad mayormente leve" en comparación con los otros picos de la pandemia.
Con esto, la Secretaría de Salud confirma que México atraviesa por una nueva ola de propagación del virus SARS-CoV-2, lo cual se había estado reportando desde inicios de junio en estados como Sinaloa y Tamaulipas.
Este reconocimiento generó una nueva alerta entre distintos sectores, uno de ellos es el educativo, pues es el que más cierres ha tenido desde que se declaró la emergencia sanitaria en México en 2020.
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¿Cuáles son los protocolos en las aulas?
En la escuela primaria Felipe Carrillo Puerto, una vez que los alumnos pasan por el primer filtro sanitario (toma de temperatura y gel antibacterial en la entrada), deben cruzar un tapete sanitizante antes de dirigirse a sus aulas.
Entre dos y tres personas se encargan de cuidar los filtros sanitarios en este plantel, lo que hace que sea más rápida la entrada para los alumnos.
"En los salones también, todos (los docentes) tenemos nuestro gel, termómetro y sanitizante. Cuando los niños llegan al salón, ya está aseado, y cuando ellos salen al receso, limpian su mesa", platica la maestra Norma Angélica.
Luego del receso, los alumnos deben ir a lavarse las manos, cada uno lleva su propio jabón, el cual deben cargar cuando van al sanitario. A la hora de la salida, detalla la docente, los niños tienen que limpiar una vez más su mesa y silla.
"Y el cubrebocas no se lo quitan en ningún momento, más que en el momento en que van a tomar sus alimentos. Todas estas medidas se han implemento desde que inició el ciclo escolar", agrega.
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¿Y si detectan un caso de covid-19?
Dentro de los salones de clase, los docentes deben estar pendientes a posibles síntomas de covid-19 entre los alumnos y, de ser el caso, implementar un protocolo de aislamiento, como ocurre en esta escuela de Tlalnepantla.
"Cuando se detecta a un alumno con síntomas, es llevado de inmediato a un aula aislada, se le da aviso a sus papás y hasta que se le hagan los estudios se determina qué hacer. Si en la prueba de covid-19 sale positivo, debe quedarse en casa por 15 días (recomendación médica), y hasta que muestren un documento con el alta médica pueden regresar al plantel", dice otro docente de la Felipe Carrillo Puerto.
Desde que la escuela reabrió sus puertas se mantiene un esquema híbrido, porque aunque su funcionamiento está al 100%, a decir de los docentes, queda a criterio de los padres de familia la decisión de si mandan o no a sus hijos.
"Para que los niños (que no asisten, pero están inscritos) no se atrasen, les mandamos trabajo a casa. Nos preocupa la parte académica; tenemos que ir avanzando con las actividades, porque el ciclo escolar no se detiene y, aunque es un doble trabajo para los maestros, ellos envían las mismas actividades que enseñan aquí a los que están casa", menciona la directora de la primaria.
La docente refiere que cuando los alumnos se van reincorporando poco a poco pierden el miedo a contagiarse y se acostumbran a todas las medidas sanitarias, por lo que un trabajo adicional que hacen es una "labor de convencimiento" con los papás para que manden a sus hijos.
Respecto a las vacunas contra el covid-19, ningún menor de edad de este plantel ha sido inmunizado. Apenas hace una semana, el gobierno federal abrió el registro para los niños de cinco a 11 años de edad, pero las vacunas todavía no se aplican.
Según la Secretaría de Salud, poco más de 3 millones de menores de ese rango de edad ya están registrados para la vacuna, aunque la población de cinco a 12 años asciende a entre 13 y 15 millones de niños.
"Ningún alumno está vacunado, porque no hay vacunas para ellos. Las vacunas que hay son para 12 años en adelante y con ciertas características. Pero incluso hasta hoy, 22 de junio, el registro solo se ha dado en la Ciudad de México y en ciertas alcaldías, aquí solo nos toca esperar", lamenta la directora de la escuela.