Y destacó que los proyectos y contratos existentes que una gran cantidad de proveedores de energía renovable de los Estados Unidos tienen con el gobierno mexicano representan "una base sólida" para el desarrollo del futuro de la energía limpia de América del Norte.
Desde que envió la iniciativa al Congreso, López Obrador ha insistido en que se apruebe en los términos en los que él la envió, incluso contradijo al líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien consideró que la propuesta debe tener cambios, pues de lo contrario provocaría una “sangría” de inversiones.
Al respecto, el presidente aseguró que “está desinformado” y enfatizó que debe ser aprobada sin cambios, por lo menos en su esencia. “Mi propuesta es que se considere la iniciativa como la presentamos, que no haya modificaciones sobre todo en lo fundamental", dijo la semana pasada.
Desde octubre que envió el documento, López Obrador aseguró estaba dispuesto a aceptar cambios a su iniciativa de reforma eléctrica, siempre y cuando no afecten a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), es decir que la industria eléctrica sea propiedad de la nación y que la generación y distribución de la energía eléctrica no tenga propósitos de lucro. "Si eso se sostiene, la rectoría del Estado en el manejo de la industria eléctrica, adelante”, afirmó.
Se queda como está porque se incluye lo que ellos tienen como preocupación, la transición energética (...)".
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
Por ello ha sostenido que no habrá cambios en ese aspecto sobre su propuesta y ha llamado a legisladores de otros partidos, principalmente del Partido Revolucionario Institucional, a apoyar su iniciativa.
Por su parte, los partidos de oposición adelantaron que enviarán el próximo martes su contrapropuesta al Congreso de la Unión. La iniciativa eléctrica se prevé discutir en la semana posterior a la revocación de mandato, durante la Semana Santa.