Hoy, a poco más de dos años de la elección presidencial, en la oposición no hay claridad de quién será el candidato o candidata que intente sacar de la presidencia a Morena.
“La oposición ya se tardó. Lo que nos han demostrado las elecciones de 2000 para acá es que el candidato necesita una estructura de movilización del voto muy bien financiada como fue el caso de Fox, que hizo campaña desde que fue gobernador de Guanajuato; el de Calderón que se apoyó en el sindicato de maestros para ganar la elección; el de Peña Nieto que desde que era gobernador del Estado de México se sabía que sería el candidato, lo mismo que con López Obrador que hizo 18 años de campaña”, explica Aldo Muñoz Armenta, analista político y acádemico de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Así como destapó a sus “corcholatas” para sucederlo después de octubre de 2024 , el presidente López Obrador sugirió a la oposición apurarse para apuntalar a su posible candidato y les dio sugerencias: la senadora Lilly Téllez, el excandidato presidencial Gabriel Quadri, el comunicador Carlos Loret de Mola, la periodista Carmen Aristegui; el líder nacional del PAN, Marko Cortés, la excandidata independiente a la presidencia, Margarita Zavala, y el empresario Claudio X. González.
“Yo les aconsejaría que siguieran así, que sigan su camino y que ya empiecen a seleccionar a sus candidatos para la presidencia, porque ya estoy viendo que hay quienes manifiestan que van a participar”, dijo el primer mandatario hace unos días en su conferencia matutina.
Sin embargo, de acuerdo con analistas, ninguno de esos perfiles goza de la suficiente fuerza para enfrentar a un candidato de Morena porque detrás de este quedaría la fuerza de la imagen del presidente López Obrador.
“Quien venga de la oposición, la va a tener muy complicada para competir no contra el sucesor de Andrés Manuel López Obrador, sino contra la imagen de López Obrador”, destaca Carlos Blanco, académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM).