“Nos comprometimos a que se iba hacer este hospital y se decidió que sea en este terreno. Va a ser un hospital mucho más grande”, detalló el mandatario, quien estuvo acompañado por el gobernador Omar Fayad y los titulares del IMSS, Zoé Robledo y de Pemex, Octavio Romero.
Previó que, antes de que concluya su gobierno, se emita una convocatoria para que en el resto del terreno se instale un parque industrial, así como una planta coquizadora, dada la cercanía con la refinería de Tula.
El Ejecutivo federal destacó que la obra tendrá un costo de 1,800 millones de pesos que serán pagados por Pemex, que se hará cargo de la deuda que, en principio, adquirió el gobierno local, “pero después, esa deuda pasa a Pemex, al final de cuentas es deuda pública, es de todos los mexicanos”.
El nuevo nosocomio
Sobre las especificaciones que tendrá el hospital, el titular del IMSS, Zoé Robledo indicó que este contará con 144 camas, en relación a las 39 que había en el nosocomio que se inundó.
Contará con una inversión total de 2,053 millones de pesos, de los cuales 1,440 millones se destinarán a la obra y 613 millones serán para el equipamiento.
Está previsto edificar una unidad de medicina familiar, la cual deberá estar terminada en septiembre de este año.