En lo que sí ha gastado
En seis años, de aquella caja chica, el sindicato ha tomado dinero para las celebraciones de sus aniversarios, el mantenimiento de sus edificios, la construcción de obras, algunas fiestas, estudios, viajes y asesoría respecto a las leyes de transparencia.
La lista de sus gastos arroja dos constantes: el pago a los despachos Andrade Palacios y Asesoría Librax –fundados por el padre de Virgilio Andrade Martínez, quien fue secretario de la Función Pública en el gobierno de Enrique Peña Nieto–, y la construcción de un mega-deportivo en Cárdenas, Tabasco, que llevará el nombre de Carlos Romero Deschamps.
Mientras fue dirigente, Carlos Antonio Romero Deschamps logró poner un muro ante las obligaciones de la rendición de cuentas mediante amparos para no revelar información ni comprobación de gastos. Detrás de esta batalla estuvieron las consultoras de la familia Andrade que en promedio, del sindicato de Pemex, recibieron 960,905 pesos cada año.
La empresa Estrategia Estructural que construye el megadeportivo ha tenido hasta hoy, 137 millones 567,871 pesos, según lo comprobado en el portal del sindicato.
Aquella caja chica
Durante décadas, a través de la cláusula 251 bis, el sindicato petrolero recibió dinero en tres fechas simbólicas: el 1 de mayo -día del Trabajo-, el 18 de marzo -día de la expropiación petrolera- y cuando se revisaba el CCT.
En 2013, cuando se reunieron por primera vez a negociar el contrato, Lozoya Austin y Romero Deschamps pactaron un aumento de dinero de 138% a través de esa cláusula y además, que su contenido quedara bajo confidencialidad. De acuerdo con ello, a partir del sexenio de Enrique Peña Nieto, los ingresos de la 251 bis dejaron de aparecer en el CCT.
Así, con el destino sin aclarar de la mayor parte del dinero recibido de la clásula 251 bis y su antiguo extesorero como dirigente, el STPRM llega al aniversario 84 de la expropiación petrolera.