Asimismo, señala que una parte del costo de vacunas se cubrió con los recursos ejercidos en 2020 por la Secretaría de Bienestar, pero esta no proporcionó información y documentación del sistema de información, gestión y resguardo de censos de la población general de la que es responsable y la Secretaría de Salud no contó con información completa, actualizada y confiable en sus sistemas “Ambiente de Administración y manejo de atenciones en salud” (AAMATES) y el sistema CVCOVID, del total de las dosis de la vacuna recibidas y distribuidas.
En el caso de CENSIA se señaló que aunque cumplió con las disposiciones legales y normativas, también se detectaron deficiencias en el control y supervisión de la aplicación de los recursos en la adquisición, recepción, almacenamiento y distribución de vacunas, por ejemplo se observaron diferencias en el registro del número de dosis de Pfizer en las entradas y salidas en el almacén del Instituto Nacional de Cancerología, que fue el encargado de resguardar los fármacos.
Por otra parte, de la vacuna AstraZeneca se encontraron diferencias en los números de dosis y de lote de la vacuna, al comparar la información proporcionada por el CENSIA en contra de la Cofepris y del número de lote contra Birmex; asimismo, el Centro no dio seguimiento a las acciones realizadas por Birmex relativas al transporte, almacenamiento, acondicionamiento y destino de dicha vacuna.
“Respecto de la distribución de las dosis de vacuna a las entidades federativas, existen incongruencias entre la información proporcionada por 10 coordinadores estatales de la Brigada Especial (Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México, Coahuila, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Puebla y Sonora), en el registro del ingreso de lotes de dosis de la vacuna, ya que se reportan cantidades de más, de menos, o sin registrar, conforme a lo distribuido por Birmex”, señala la ASF.
Además que tanto en Salud como en CENSIA se determinaron deficiencias en la aplicación de controles y mecanismos de seguridad de la información en dichos sistemas, por lo que la ASF señaló que no es posible asegurar la integridad y disponibilidad de la información de las personas vacunables y vacunadas.