Las anomalías en Diconsa y Liconsa
En la gestión financiera de Diconsa, encargada de abastecer a las comunidades rurales de productos de la canasta básica y complementarios, la ASF detectó irregularidades por 1,413 mdp en el ejercicio fiscal 2020.
Los principales conceptos en los que se determinaron estas observaciones refieren:
- Falta de toma física de inventarios.
- Salidas de mercancía de canasta básica sin facturar.
- Faltantes de maíz y frijol en inventarios.
- Pagos sin acreditar la prestación del servicio de subcontratación de personal, recepción de tarimas, ni recuperación por devoluciones de bolsas de invernadero.
- Adeudos sin recuperar de exfuncionarios, impuestos y productos caducos (cárnicos y abarrotes).
En lo que respecta a Liconsa, el monto de las irregularidades detectadas en 2020 asciende a 1,583 mdp por concepto de inversiones en Certificados Bursátiles Fiduciarios privados.
La ASF precisó que el monto principal de dichas inversiones fue recuperado, sin embargo, no se acreditó el importe de los rendimientos generados por uno de los certificados cuyo vencimiento ocurrió el 10 de diciembre del 2020.
Además, hasta la fecha no se ha presentado la documentación que acredite la procedencia de pagos correspondientes a anticipo a proveedores; servicios asociados con el proceso de coproducción de lácteos y derivados lácteos; la recepción de la leche fresca y los servicios de maquila; outsourcing.
Liconsa tampoco ha justificado la realización de pagos sin contar con los certificados de análisis de su laboratorio de control de calidad, los cuales además fueron formalizados por servidores públicos que no contaban con las facultades legales para ello.
En enero pasado, por la misma investigación que implica a Segalmex, fueron destituidos Manuel Lozano Jiménez, quien fungía como apoderado legal y director de Comercialización de Liconsa y Diconsa, y Carlos Antonio Dávila Amerena, director de Asuntos Jurídicos.