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Rebelión en Morena: "los agraviados" piden rescatar al partido

John Ackerman, Paco Ignacio Taibo, el padre Solalinde y Jaime Cárdenas convocaron a reconstruir Morena, pues acusan que bajo, la actual dirigencia, el partido no ha estado a la altura de la 4T.
vie 18 febrero 2022 11:59 PM
Pancartas contra Mario Delgado en la Convención Nacional Morenista
La Convención Nacional Morenista tuvo por objetivo deslindarse de la dirigencia de Mario Delgado.

Inconforme por la forma en que Mario Delgado ha conducido a Morena durante los últimos 16 meses, el ala radical del partido está pasando de la crítica a la movilización, lo que está abriendo una nueva fractura en la fuerza política creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Fundadores y militantes están convocando a rescatarlo y reconstruirlo para lo que proponen una reforma estatutaria, acabar con encuestas “patito”, dar el 90% de las candidaturas a militantes y a renovar el Comité Ejecutivo Nacional para que el movimiento esté a la altura de la Cuarta Transformación.

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Por el origen de su formación, en Morena son frecuentes las confrontaciones y divisiones. Más del 70% del partido del presidente está compuesto por experredistas, donde coexistían las corrientes políticas que se disputaban cargos partidistas y negociaban postulaciones. Ahora en el partido guinda, militantes y simpatizantes que se sienten afectados por no haber obtenido una candidatura o por no ser tomados en cuenta por la dirigencia “elitista” se han agrupado en “los agraviados”.

“La sangre perredista que está en Morena es casi del 70%, entonces vienen con esas prácticas informales, de negociar, de formar grupos, esos grupos exigen una cantidad de posiciones electorales o gubernamentales, no es de extrañar que el partido se comporte de esa forma porque su genética partidista viene de esa dinámica”, sostiene Juan Pablo Navarrete, especialista en partidos de izquierda y profesor de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán.

Lo que buscan los “agraviados” es ser escuchados y tomados en cuenta en el partido, pues consideran que se ha alejado de las bases y ha dejado a decenas de inconformes por la forma en que ha elegido a sus candidatos: encuestas de las que no hay confianza en sus metodologías.

“Los agraviados” advierten que la conducción de Mario Delgado ha mutado en una dirigencia elitista, alejada de las bases y aseguran que se corre el riesgo de que el neoliberalismo se infiltre.

“Estamos en resistencia, frente a un liderazgo elitista, excluyente. ¿Hoy en día qué es Morena?, Esa estructura electoral, ¿qué es? Es una estructura vacía, un cascarón que no representa a nuestra militancia”, señaló Jaime Cárdenas Gracia, quien dejó el gobierno de López Obrador en septiembre de 2020.

Aunque es la primera fuerza política de México, Morena no ha logrado institucionalizar su vida interna, lo que explica las fracturas que se dan cada que hay un proceso interno o electoral.

Javier Rosiles, columnista de Expansión Política, advierte que ante la falta de reglas claras y métodos para resolver conflictos, el partido se confronta como sucedía en el PRD.

“Veo a Mario Delgado debilitado, pero no se debe a su falta de personalidad o de liderazgo, sino que al no ser un partido institucionalizado no cuenta con las estructuras para mediar conflictos”, explica.

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Los agraviados: de la crítica a la acción

Traidor, fueron las siete letras que se colocaron sobre una fotografía del rostro del actual líder de Morena, Mario Delgado, y con la que fundadores y militantes del partido convocaron a la resistencia y organización para impulsar cambios en la dirigencia en la que fue la primera Convención Nacional Morenista que reunió a miles de “agraviados”.

El politólogo John Ackerman; la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II; el exdirector del Instituto Nacional Para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), Jaime Cárdenas Gracia; el padre Alejandro Solalinde, y el exsecretario del Medio Ambiente, Víctor Toledo, fueron algunos de los que convocaron a rescatar y a reconstruir Morena.

Fue justamente el escritor Paco Ignacio Taibo II quien le dio nombre a ese grupo que se reunió en la que fue la Primera Convención Nacional Morenista realizada apenas el 5 de febrero en el Monumento a la Revolución.

“Aquí está la reunión de los agraviados. Los aquí presentes, agraviados, porque no se les considera en un proceso electoral, porque no se les tomó en cuenta; pues dejemos de ser agraviados, ¡chinga!, vamos reconstruyendo el partido, es nuestro”, lanzó el director de la CFE.

Durante la Convención Nacional Morenista, los agraviados presentaron un decálogo:

  1. Desaparición de la Comisión Nacional de Encuestas "patito".
  2. Renovación de la Comisión Nacional de Elecciones, a la que acusan de ser una máquina de dedazos e imposiciones.
  3. Profunda reforma estatutaria para no seguir con los vicios de los viejos partidos del régimen caduco.
  4. Afiliación y credencialización de los 20 millones de morenistas.
  5. Consultas populares para elegir candidatos. No más encuestas "patito".
  6. Elecciones primarias para elegir, con el voto libre, directo y secreto de los 20 millones de morenistas, la candidatura presidencial y debates previos
  7. Tres años de militancia comprobada en el partido para aspirar a una candidatura.
  8. Las candidaturas deben ser: 90 % para militantes y 10 % para externos.
  9. Consulta popular a las bases militantes para renovar el CEN de Morena.
  10. Renovación completa del Consejo Nacional de Morena e integración del Congreso Nacional; el 50 % con gobernadores, legisladores federales, locales y presidentes.

Ésta no es la primera vez en que morenistas quieren a Mario Delgado fuera de Morena. En la celebración por los tres años de la victoria del presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de julio, al dirigente se le abucheó y hubo quienes corearon “¡fue-ra Ma-rio, fue-ra Ma-rio!”.

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Recientemente, al también excoordinador de los diputados federales le lanzaron “huevazos” en una gira de trabajo que tuvo por Aguascalientes en rechazo a que en ese estado no se ha nombrado a la dirigencia estatal del partido.

Juan Pablo Navarrete asegura que a pesar de los numerosos descontentos al interior de Morena y de la movilización registrada en la Convención Nacional Morenista, no existe un riesgo real para Mario Delgado, pues su mejor carta de defensa son los resultados obtenidos en su dirigencia que inició en octubre de 2020.

“El saldo electoral de Mario del año pasado fue muy favorable en término de gubernaturas, de ayuntamientos, diputados, en general el rendimiento electoral de él como dirigente fue muy bueno… No veo que pueda peligrar la dirigencia de Delgado, creo que solo son voces que están pidiendo ser escuchadas”, sostiene.

Bajo la dirigencia de Mario Delgado, Morena afianzó y amplió su fuerza y gobiernos. El partido pasó de siete a 17 gubernaturas, al ganar 10 y repetir una en las elecciones de 2021. En millones, el partido gobierna a 58 millones de mexicanos, es la primera fuerza en el Congreso de la Unión y cuenta con mayoría en 18 congresos locales.

La secretaria general, Citlalli Hernández, reconoce las diferencias e inconformidades al interior de Morena, sin embargo, considera que han pasado ya la etapa más complicada.

“Cuando Mario y tu servidora asumimos la dirigencia, teníamos un partido con una vida interna muy agitada, muy confrontada. Cerramos el año pasado en condiciones diferentes, con un partido más estable, más articulado, con mayor institucionalidad, con una ruta clara, con un plan de acción más definido hacia los próximos años, con condiciones de fortalecer la institucionalidad”, afirmó en entrevista.

Frente a las inconformidades, Mario Delgado ha asegurado que sí habrá relevo en la dirigencia, pero será tras las elecciones de 2023, como lo establecen los estatutos del partido. En tanto, Morena tendrá que seguir con confrontaciones internas y llamados a recuperar el partido.

“El propósito es cerrar el año con más gobernadores, con un partido más solido, con mayor capacidad territorial, con mayor incidencia en la discusión pública, con mayor número de cuadros formados, con nuevas dirigencias y en condiciones para librar las batallas que después vendrán que será la elección de Coahuila, Estado de México y 2024”, sostiene Hernández.

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