En un comunicado, el INM, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Interior) indicó que reprueba "que se atente contra la integridad física y psicológica de las personas migrantes al exponerlas a acciones sin sentido, como la autolesión que hoy se infringieron al coserse o costurar sus labios".
Además, señaló que "resulta preocupante que estas medidas se hayan realizado con el consentimiento y respaldo de quienes se dicen sus representantes", con la intención de presionar a las autoridades migratoria sobre una atención que ya se brinda.
La institución dijo que la Oficina de Regulación Migratoria del INM en el estado de Chiapas mantiene la atención y desahogo de trámites migratorios, con prioridad a quienes integran los grupos vulnerables, como niñas, niños, adolescentes, mujeres embarazadas, víctimas del delito, personas con alguna discapacidad, núcleos familiares y adultos mayores.
El lunes, unos 800 migrantes, fuertemente vigilados por miembros de la Guardia Nacional (GN), marcharon desde el centro de Tapachula hacia las oficinas de la delegación del INM para exigir documentos que regularicen su situación.
Desde hace dos semanas, este grupo de migrantes ha estado realizando movilizaciones, marchas, protestas y huelgas de hambre, en demanda de visas por razones humanitarias o algún oficio que les permita salir de Tapachula.
De acuerdo a los activistas, son alrededor de unos 30,000 migrantes que están varados en Tapachula en espera de documentos.