En septiembre del año pasado, también hubo críticas al gobierno de López Obrador por haber recibido a los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Venezuela, Nicolás Maduro, en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En el evento, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, desconoció el régimen de Maduro, mientras el venezolano lo retó a él y a su homólogo de Uruguay, Luis Lacalle, a debatir sobre democracia.
"El pdte cubano Díaz Canet, encabeza un gobierno altamente represor, que ha asesinado opositores a la luz del día, y encarcelado injustamente a decenas más, periodistas y civiles, muchos incomunicados. Es inaceptable avalar eso, dándole trato privilegiado en nuestro Bicentenario (sic)", criticó por su parte el expresidente Felipe Calderón en sus redes sociales.
En ese contexto, López Obrador también pidió frenar lo que llamó “la política de bloqueos” de Estados Unidos hacia países como Cuba. En el marco del 211 aniversario del inicio de la independencia de México, lanzó un llamado a su homólogo estadounidense, Joe Biden, para que retire del bloqueo económico contra Cuba, implementado por Estados Unidos desde hace 62 años.
Esto pese a que en varias ocasiones se ha manifestado por una política exterior de no intervención y ningún conflicto con otros países, y cuando frente a Estados Unidos también ha enfrentado situaciones complicadas, más cuando estaba en la presidencia Donald Trump, quien incluso amagó con aplicar aranceles a México si no frenaba la migración, lo que obligó a una realizar un acuerdo entre ambos países.