Este martes 18, en Tangamandapio, Michoacán, se reportó el abandono de cinco cuerpos en la carretera La Trasquilla - San Ángel.
Especialistas en seguridad como David Saucedo y Héctor Segovia Tavera advierten que el crimen está ejerciendo presión, pero también enviando mensajes a las autoridades.
Coinciden en que durante las campañas electorales, el crimen organizado suele intervenir con el fin de quitar o poner autoridades en busca de garantizar que les permitan operar libremente. Sin embargo, la etapa post-electoral también suele ser el momento en que se presione con el mismo objetivo.
“El Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa se están disputando los estados, pero no solo el control territorial, sino el de las policías municipales, el manejo de las fiscalías estatales, y el manejo del sistema penitenciario”, explica David Saucedo.
Agrega que la intención de controlar a las policías es para que no trabajen para cuidar a la ciudadanía ni combatir al crimen, sino para su organización. Mientras que el sistema penitenciario es para controlar cárceles y operar desde ellas.
Saucedo señala que organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa avanzan mediante tres vías:
1. Participación en campañas electorales: financian las actividades proselitistas de candidatos en busca de colocarlos en los cargos de decisión.
2. Negociaciones con grupos locales: a través de alianzas con organizaciones criminales buscan extender su presencia y control en los territorios.
3. Vía armada: implica el homicidio de adversarios, pero también de autoridades, así como el envío de mensajes a quienes están en el poder.
“La participación del narco en los estados tiene muchos años y las maniobras de presión en contra de los gobernadores también tienen mucho tiempo; sin embargo, ahora también estamos viendo que (los gobiernos) están cediendo”, destaca.