Mentiras y mañaneras
El ambiente político se tensó en diversos momentos durante este año, porque además del espacio diario dedicado por el presidente Andrés Manuel López Obrador a rebatir a los que considera sus adversarios, el 30 de junio inició una sección semanal de sus mañaneras dedicada a rebatir trabajos periodísticos y hasta opiniones en redes sociales.
Cada miércoles la funcionaria responsable de redes sociales de la presidencia Ana García Vilchis es la presentadora de la sección “Quién es quién de las mentiras de la semana” supuestamente dedicado a aclarar y desmentir información.
Sin embargo, la polémica ha rodeado a la funcionaria, de quien el mismo presidente dijo el pasado 8 de diciembre “no sabe leer, pero no miente”.
Los cuestionamientos a su labor se deben a la carencia de información para desmentir opiniones de columnistas y periodistas o reportajes exhibidos en medios impresos o electrónicos, de modo que decenas de estos han sido mencionados por la funcionaria y prácticamente todos la han señalado de falta de rigor, cometer imprecisiones o rebatir con opiniones, no desmentir con datos.
Ha mencionado entre muchos otros a Televisa, TV Azteca, Grupo imagen, Grupo Heraldo, MVS, Multimedios, Radio Fórmula, y a los periodistas Ciro Gómez Leyva, Azucena Uresti, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola y Francisco Zea, además de prácticamente todos los periódicos Reforma, El Universal, El Heraldo, Milenio, La Razón, entre muchos otros.
El 4 de agosto la conductora de la sección fue objeto de burlas, pues intentó refutar el alza a las tarifas eléctricas. “Quieren destacar que la Comisión Federal de Electricidad subió las tarifas de alto consumo 20%, y pretende hacer un escándalo con ese dato, que no es falso, pero se exagera”, dijo al confirmar el supuesto dato falso.
Otra muestra de las presuntas “aclaraciones” más controvertidas la hizo el 3 de noviembre, cuando reconoció que un dato –que pretendía desmentir- “no es falso, pero no es verdadero”.
La expresión la hizo para descalificar el índice de Estado de Derecho de World Justice Project (WJP), en el que se aseguró que México es uno de los países con más corrupción, pero no aportó datos en contrario.
“No es falso, pero no es verdadero, de cómo inventar un índice y darle difusión hasta que se crea que es verdad. Aquí les contaremos como una organización de Estados Unidos coloca a México como uno de los países más corruptos y como la difusión de esta calificación se usó para atacar al gobierno de López Obrador”, dijo la funcionaria.
Incluso, esa frase motivó que personas afines al gobierno, como el caricaturista Rapé pidieran su relevo en la sección. “Ojalá se busque sustituir a esta persona con alguien con mejor capacidad de comunicación para estos ejercicios de esclarecimiento y balconeo de mentiras. Con estas (ya esperadas) pifias de @_LizVilchis no se ayudan en nada”.
Entre los muchos analistas que son frecuentemente señalados por la funcionaria están Denisse Dresser y Max Kaiser, a quien por ejemplo García Vilchis se refirió el 7 de octubre al intentar desmentir al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y sus críticas a la reforma eléctrica.
Acusó a Kaiser de pertenecer al IMCO “se dedica de tiempo completo a denostar y atacar al gobierno, torciendo los hechos y desinformando al ciudadano”, lo que fue rebatido por el analista, quien le sugirió “echarle tantitas ganas a no mentir tanto”, pues recordó que hace casi tres años que no trabaja en ese Instituto.