“Los retos más grandes se vinculan con poder ser capaces de comunicar a la población que este refuerzo es necesario, en términos que hay que reforzar la protección sobre todo ante la nueva variante, que parece que es más infecciosa, a adultos mayores, y que les ayudara a seguirse protegiendo”, dice Josué Bautista Arteaga, de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia (AMFV), al señalar que se ha demostrado que el nivel de anticuerpos va disminuyendo con el tiempo.
El especialista comenta que comunicar estos beneficios y aclarar cuál es el sustento de que el refuerzo sea de AstraZeneca, dado que hay un porcentaje de la población que tiene vacunas distintas, es uno de los aspectos más importantes de esta etapa.
“Es clave transmitir la información que genere confianza”, afirma.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló que el esfuerzo se hace en personas de 60 años y más porque se conoce “desde hace muchísimos años” que en las personas adultas mayores disminuye su eficiencia del sistema inmune, y es por eso que en ellas, independientemente de su ocupación, están poniendo el refuerzo.
La vacunación de refuerzo inició en Chiapas, la Ciudad de México, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán, estados con coberturas de inmunización diferentes, pues mientras la capital fue de las primeras en completar las inyecciones para todos los grupos autorizados, en Chiapas, apenas llega rebasa el 60%.