Algunos migrantes accedieron a bajar de los vehículos de manera voluntaria, pero otros se negaron a hacerlo y fueron bajados por la fuerza.
Deli Yanet, originaria de Guatemala, dijo que las autoridades del INM prácticamente "le pasaron por encima" porque no quería soltar a su hija, a quien se iban a llevar. Acusó que le provocaron una herida en el pie izquierdo porque no quiso bajar de los vehículos, donde solo viajaban mujeres y niños.
En esa garita, los agentes mexicanos, que cuentan con equipo antimotines, intentaron obligar a los migrantes a descender de los vehículos, pero ante su negativa finalmente les dieron el paso y les entregaron sus pertenencias.
De acuerdo con Aristeo Taboada, representante estatal del INM, las autoridades marcaron el alto a los vehículos para ofrecer a los migrantes albergue, comida y trabajo, pero los extranjeros se negaron a recibir ayuda. Los viajeros buscan llegar a la Ciudad de México para regularizar su estancia en el país.
Estela de León, también de Guatemala, dijo que los migrantes viajan pacíficamente.
"Las autoridades se acercaron a los vehículos, les dijimos que no nos tocaran porque somos migrantes, trabajadores, y no venimos a pedirle nada a nadie. Nos dijeron que bajáramos de los vehículos ya que nos iban a llevar a Migración y nos iban a dar papeles", relató.