México requiere un acuerdo regional para atender la migración

“Es necesario un diálogo regional y ya lo estamos viendo, el secretario de Estado (Anthony) Blinken está viajando a Colombia y Ecuador en donde abordará lo que llama la corresponsabilidad compartida para la administración de la migración humana”, destacó.

La también exembajadora de México en Estados Unidos planteó que la visión en materia de migración tiene que ir más allá de Centroamérica, y por lo tanto incluya a Colombia, a Ecuador y a Brasil.

Claudia Masferrer, una de las coordinadoras del reporte, explicó que la migración no se debe ver como un problema, sí como un asunto de desafío. Insistió que para atenderlo correctamente se requiere de un gran acuerdo.

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“México necesita de un gran acuerdo para aprovechar las oportunidades. Necesita desarrollar un plan, una agenda, una estrategia, un acuerdo entre fuerzas políticas, y entre niveles de gobierno para aprovechar el potencial de la migración y sobre todo para proyectarse al exterior como un modelo de gestión migratoria”, destacó.

Los expertos explicaron que México ya no solo es un país de tránsito, también se ha convertido en una nación de destino en el que se viven diversas realidades de la migración.

De acuerdo con sus proyecciones, en México solo el 1% de sus 126 millones de habitantes nació en el extranjero. Entre sus fronteras se encuentran cerca de 230,000 personas que buscan protección internacional. Fuera de sus tierras, en Estados Unidos, se encuentran 11.2 millones de mexicanos. Pero también hay desplazamientos internos de unas 350,000 personas quienes dejaron sus hogares por violencia y conflictos.

Luicy Pedroza, otra de las coordinadoras, explicó que ningún país puede solo para atender la migración. Por ello, es necesario un acuerdo, pero para que sea funcional se requiere que este sea de gran calado.

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“(Se requiere un acuerdo) en el que podamos incluir a diferentes instancias, a diferentes niveles, a actores gubernamentales y no gubernamentales porque los desafíos que tenemos adelante involucran al ciclo entero de la migración. Desde la emisión de documentos a personas que tienen la intención de migrar a México hasta la integración de las personas que ya se encuentran aquí”, sostuvo.

Los expertos cuestionaron que, en los últimos años, México ha tenido que modificar su política migratoria en función de una política exterior muchas veces bajo “presión y coacción” del presidente de Estados Unidos en turno.

“La coyuntura actual en la relación México-Estados Unidos todavía es favorable para que México desarrolle esta estrategia migratoria propia, desarrollada a partir de los intereses propios que pueda proyectarse en la región con un enfoque de corresponsabilidad”, explicó Pedroza.

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Dan Restrepo Senior Fellow, integrante del Center for American Progress, aseguró que la migración por sí misma no presenta un problema para Estados Unidos, lo que se convierte en un desafío es el desorden que generan los movimientos humanos.

“La dinámica migratoria que existe en este momento en las Américas es una dinámica. Es un sistema y necesitamos respuestas que también son sistema. Lo que no hemos tenido hasta la fecha, comenzando con el gobierno estadounidense, es el trato de esto como dinámica y que requiere ser manejado y no prevenido”, precisó.