Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, afirmó que uno de los grandes retos todavía pendientes a la mitad del gobierno es que la sociedad civil vuelva a retomar su papel en la materia y el gobierno sienta la presión.
“Es importante que sea una prioridad nacional el tema porque afecta a muchos individuos, pero hay que reclamar ese espacio más allá del gobierno. La sociedad civil que algún momento logró articular los esfuerzos para tener voz se ha replegado, en parte porque tiene miedo o porque se le golpea en el púlpito. Cuando la sociedad se repliega, mucho de lo que se plantea no ocurre porque no tiene un marco de presión social. Quien está fuera ahorita de la discusión en anticorrupción es la sociedad mexicana y hay que traerla de vuelta, creo que es el reto más grande”, aseguró.
Respecto al balance en la primera mitad del gobierno de López Obrador, María de los Ángeles Estrada, directora Ejecutiva de la Iniciativa de Transparencia y Anticorrupción del Tec de Monterrey, consideró que hay falta de coordinación institucional y desdeño a lo que la academia y sociedad civil pueden hacer.
“No veo estrategia, me resulta complicado decir que sí hay estrategia, veo esfuerzos aislados, pero que no están coordinadas, el papel de las organizaciones y academia tiene que ser más visible”, señaló esta mañana.