En la búsqueda de sus hijos, Cecilia Patricia ha recorrido decenas de terrenos, pero también recurre a las redes sociales para que cualquiera le informe del paradero de sus hijos.
Esta búsqueda también representa un riesgo para ella. Días después del asesinato de Aranza Ramos , quien buscaba a su esposo, a Cecilia la amenazaron de muerte. Sin embargo, dice que no se detendrá porque las autoridades estatales no están haciendo su trabajo.
“Hay cuerpos que los encuentran hasta con credenciales y no son capaces de notificar a la familia para que se hagan los estudios de compatibilidad de ADN y no lo hacen”, critica.
En los servicios forenses de los estados hay más de 30,000 cuerpos sin identificar, muchos de los cuales podrían ser de quienes han sido reportados como desaparecidos, de acuerdo con el estudio Desapariciones forzadas e involuntarias. Crisis institucional forense y respuestas colectivas frente a la búsqueda de personas desaparecidas, realizado por el Observatorio Nacional Ciudadano y la Fundación Friedrich Naumann.
“Los semefos están llenos de personas, de cuerpos que tienen características como clavos en caderas, brazos, tatuajes, pero las autoridades tapan esa información, entonces las familias no saben que su hijo está allí”, asegura Cecila Patricia Flores, quien ha recorrido decenas de semefos en busca de sus hijos.
El director general de la organización I(dh)eas, Juan Carlos Gutiérrez, asegura que los servicios médicos forenses atraviesan por una crisis y rebase de funciones.
“Se calcula que hay (alrededor de) 35,000 cuerpos que no han podido ser identificadas, es un número impresionante que requiere una inversión millonaria y una política de Estado eficiente, pero desde los estados porque esos cuerpos no están en el Semefo federal”, asegura.