Lozoya, quien dirigió Pemex entre 2012 y 2016, bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), fue extraditado el año pasado desde España a México, donde afronta dos procesos judiciales en libertad.
Uno por haber recibido presuntamente 10,5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos de obras públicas en los estados de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz.
Y otro juicio es por presuntamente comprar la planta inservible de fertilizantes Agronitrogenados al director de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, a cambio de un soborno con el que se compró una lujosa casa en la capital.
El 17 de julio de 2020, el exfuncionario fue extraditado y tras ello cerró un acuerdo con la Fiscalía para afrontar sus procesos judiciales fuera de la cárcel a cambio de denunciar en la trama de corrupción a 70 personas de la élite política mexicana.
En su extensa denuncia, el exdirector de Pemex implicó en sus actividades ilícitas a Peña Nieto y su secretario de Hacienda Luis Videgaray, así como a los expresidentes Felipe Calderón (2006-2012) y a Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
Además de a varios legisladores de la oposición - entre ellos los actuales gobernadores de Querétaro y de Tamaulipas, Francisco Domínguez y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a quienes acusó de diversos sobornos.
Con información de EFE.