Solís sostuvo que con este rechazo a la NOM-237 no se está respaldando la operación de escuelas particulares que no están correctamente reguladas, que son blanco del proyecto.
"Estas escuelas 'patito' que no puedan cumplir con la certificación simplemente cerrarán el garaje, pero ¿y las demás?", dijo.
Además, aseguró que en medio de la emergencia sanitaria las escuelas privadas han sido solidarias con los padres de familia con las cuotas, por lo que consideró injusto que la aplicación de esta NOM se convierta en una "lápida" para esas instituciones.
También defendió que los alumnos inscritos en escuelas particulares tienen ventajas académicas y de servicios adicionales que las instituciones públicas no ofrecen.
"Con la NOM van a existir certificaciones, costos administrativos, y la escuela particular deberá contratar servicios externos. Este gasto o lo absorbe la escuela o lo veremos trasladado en las cuotas de inscripción que debemos pagar los padres de familia", enfatizó.
Solís manifestó que el proyecto parte de un desconocimiento de la administración de escuelas privadas y de los acuerdos entre particulares.
"En este entendido, los padres de familia pedimos a las autoridades correspondientes el apoyo para las instituciones educativas particulares a través de incentivos, para que se desarrollen, fortalezcan su oferta, innoven y generen alternativas tecnológicas, virtuales, presenciales y mixtas, más allá de sobrerregularlas, porque estamos seguros de que eso no conviene a nadie", expuso la UNPF.