Cómo enfrentar la crisis
Para los docentes, no ha sido fácil. Laura, quien es maestra de inglés en preescolar de una escuela particular en la Ciudad de México, cuenta que varios de los padres se fueron sin pagar desde marzo pasado, cuando empezó la suspensión presencial de clases. Y ahora, están con la duda de cuántos estudiantes se inscribirán y si podrán sostenerse.
“Aún no sabemos si habrá niños. Existe la posibilidad de que no regresen a la escuela. Nosotros nos estamos preparando para iniciar, pero es muy incierto el regreso”, señala.
Algunos de los padres de familia deciden inscribir a sus hijos en escuelas privadas debido a que consideran que se les da mayor atención, calidad en la educación y algunos plus, como clases de inglés, que se traducen en beneficios en su futuro. En el ciclo escolar 2018-2019, la proporción en las escuelas públicas fue de 19.3 estudiantes por cada docente, mientras que en las escuelas privadas fue de 10.9, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Instituciones con mayor infraestructura y con plataformas tecnológicas más avanzadas han visto esta situación como una oportunidad, pues aunque sí han sufrido bajas en la matrícula educativa, también han recibido estudiantes de otras escuelas e incluso otros estados porque cuentan con desarrollos tecnológicos para continuar el "homeschool" sin contratiempos.
“Lo estamos viendo como una oportunidad (...) los papás que ya vieron que ya hay fecha para inicio escolar, aunque van a estar en casa, lo que quieren es que no se pierda el ciclo escolar y están buscando metodologías que tienen plataformas y les den la tranquilidad”, dice Luz María, empleada de una cadena de escuelas privadas bilingüe y que usa el sistema UNOi, que mezcla actividades digitales, y tiene un nuevo desarrollo pedagógico donde los niños encuentran la información.