En las campañas políticas de este año los candidatos a diputados locales, gobernadores o alcaldes pasaron la charola, y consiguieron aportaciones de militantes y simpatizantes por un total de 466.6 millones de pesos.
De las 26 mil 907 campañas, cuyos reportes de ingresos y gastos revisó el INE, las que recibieron más aportaciones de simpatizantes se concentraron en el norte del país, la mayoría en Nuevo León, donde el poderío económico de su sociedad se reflejó en las campañas.
Pero también ahí el Instituto Nacional Electoral (INE) detectó millonarios montos de ingresos adicionales no reportados. En total, en todo el país el Instituto identificó 44 millones 521 mil pesos de recursos privados recibidos por abanderados pero sobre los que no informaron.
También halló aportaciones de personas no identificadas por 2 millones 796 mil pesos y aportaciones en especie prohibidas por provenir de socios de empresas que prestaron servicio a campañas por 385 mil pesos.
En total, las miles de candidaturas a cargos de elección local tuvieron ingresos de recursos públicos por 4 mil 337 millones de pesos, por lo que los recursos privados, a través de aportaciones de los propios candidatos a sus campañas (101.4 millones de pesos), aportaciones de simpatizantes (393.3 millones de pesos) y aportaciones de militantes (73.3 millones) fueron ínfimos.
En tanto, el esfuerzo de partidos y candidatos para ser autofinanciables y obtener ingresos de rifas y eventos, apenas alcanzó la suma de 98 mil 572 pesos entre todos los más de 26 mil abanderados.
Juntas, esas cuatro vías de ingresos privados sí permitidos por la ley apenas representaron 13.5 % del financiamiento público recibido.
Pero contar con apoyo financiero de los seguidores, e incluso haber aportado a sus propias campañas, no les garantizó el triunfo.
De acuerdo con datos de la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) y de la Dirección de Auditoría reflejan que, de todos los abanderados, el que reunió más fondos a su favor fue Adrián Emilio de la Garza Santos, candidato al gobierno de Nuevo León por la coalición va por México y militante del PRI, quien recibió aportaciones de simpatizantes por 3 millones 340 mil pesos y de afiliados 6 millones 834 mil pesos.
En total, reunió 10.1 millones de pesos adicionales al financiamiento público de campaña, y sus principales mecenas fueron el empresario Eduardo Hiroshi Yesaki Puente, apoderado legal de la Empresa Punto Económico, y César Flores Aguirre, simpatizante. Cada uno entregó 700 mil pesos en efectivo al candidato del PRI.
Otros fueron Héctor Emilio Cortázar empresario del ramo transportista que dio medio millón de pesos, al igual que el notario público neoleonés Sergio A Velázquez.
Pese a esas aportaciones, el priista perdió la elección a manos de Samuel García, de Movimiento Ciudadano, quien de su bolsa aportó 700 mil pesos y de simpatizantes reportó sólo haber recibido 131 mil 770 pesos.
Aunque, de acuerdo al INE, los familiares de Samuel García aportaron millones, sólo se tiene el reporte que su madre, Bertha Silvia Sepúlveda Andrade, y sus hermanos Silvia Catalina y Roberto García Sepúlveda aportaron 14 millones de pesos de personas morales (la empresa SAGA Tierras y Bienes Inmuebles y Firma Jurídica), para las que habrían servido de “puente”. Al respecto, el candidato sólo reportó haber recibido 89 mil 320 pesos de Silvia Catalina, y aportaciones en especie.
El ahora gobernador electo no registró ninguna aportación en especie de su esposa Mariana Rodríguez, cuya empresa realizó servicios de promoción de la campaña. Este proceso está en medio de una impugnación.
Otro caso es el de Francisco Cienfuegos, también de la coalición opositora PAN PRD, quien peleó la alcaldía de Monterrey, él donó de su bolsa 1.1 millón de pesos y de militantes consiguió 6.2 millones de pesos,
Entre ellos el empresario del ramo químico Jorge Ernesto Rivera, con 1.2 millones de pesos en efectivo, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial del estado, Luis Gerardo González de León, con donativo de 400 mil pesos y el empresario papelero Roberto Saldaña Leal con 300 mil pesos- para un total de 7.3 millones de pesos.
Pero fueron insuficientes, y le ganó Luis Colosio Riojas –quien recibió donativos por 420 mil pesos– la alcaldía de Monterrey.
Además de las campañas citadas otros abanderados regios recibieron apoyos de sus mecenas.
El candidato alcalde de Guadalupe por Movimiento Ciudadano, José Luis Garza Garza recibió 763 mil pesos de simpatizantes, Raúl Cantú de la Garza, quien buscó en la alcaldía de Salinas Victoria igual por MC obtuvo aportaciones por 292,000 pesos y José Antonio Cantú Flores, quien buscó la alcaldía en Apodaca recibió 155 mil pesos de simpatizantes y 20 mil de aportaciones propias.
Rosendo Garza Leal, abanderado del PRI alcalde de Cadereyta aportó 445 mil pesos de su bolsa y recibió 331,000 pesos de militantes. Desiderio Urteaga, quien buscó la alcaldía de Anáhuac recibió 370 mil pesos también de simpatizantes, en tanto que Juan José Vargas Rosales, priísta que buscó ser alcalde de Doctor Arroyo recibió 800 mil pesos de aportantes.
Por el PAN, el abanderado de ese partido al gobierno de Nuevo León, Fernando Larrazábal Bretón aportó de su cartera 1 millón de pesos, recibió de militantes 4 millones 357 mil pesos y de simpatizantes 3 millones 111 mil pesos.
En total, de financiamiento privado por estas vías obtuvo 8.4 millones de pesos que no fueron suficientes para ganar la elección. Lo mismo ocurrió con la abanderada de la Coalición Juntos Haremos historia, la morenista Clara Luz Flores, quien recibió del simpatizantes 537 mil 600 pesos y quedó rezagada en la contienda.
Aunque en el norte del país se concentraron las campañas que recibieron más aportaciones, en el centro también hubo casos, y el la diferencia entre votos y apoyo financiero también le tocó vivirla a Celia Maya, quien buscó la gubernatura de Querétaro por Morena y su Coalición Juntos Hacemos Historia.
Ella recibió aportaciones de simpatizantes por 564,988 pesos y aportaciones de militantes por 32,650 pesos.
Uno de sus principales donantes fue Arturo Emilio Garcia Salim, quien dio poco más de 33 mil pesos, pero este empresario a su vez fue contratado por la campaña de la morenista con un pago por 3.1 millones de pesos.
La candidata realizó aportaciones personales por 1 millón 490,000 pesos a su propia campaña y echó mano de sus familiares, pues figuran sus hermanos Rosaura, Javier e Isabel, con casi 75 mil pesos en especie. Pese al respaldo perdió su elección.
En Cajeme Sonora el candidato independiente a alcalde José Rodrigo Robinson Bours Castelo, expriista invirtió 571 mil 144 pesos de su bolsa y recibió 2 millones 140 mil pesos como aportaciones de simpatizantes, pero perdió la elección ante el morenista Javier La Marque.
El empresario rector y fundador de la Universidad potosina de San Luis Potosí Arturo Segoviano, buscó la gubernatura de manera independiente y aportó a su campaña 1 millón 718 mil pesos, en tanto que recibió el respaldo de simpatizantes, quienes le donaron 102,613 pesos. Los recursos no se convirtieron en votos y perdió la elección a gobernador.
Esta semana y la siguiente, los candidatos podrán impugnar las sanciones que el INE ha determinado en contra de diversos candidatos que participaron en las elecciones del 6 de junio, ello por manejos irregulares y aportaciones no reportadas.
