En enero pasado, un testigo protegido identificado como "Juan", supuesto líder de Guerreros Unidos, señaló que militares, policías de Guerrero e integrantes del crimen organizado trabajaron juntos en la desaparición de los 43 normalistas, según publicó el diario Reforma.
De acuerdo con esa versión, un grupo de estudiantes fue detenido por militares e interrogado en el 27 Batallón de Infantería, donde se les preguntó si pertenecían a una banda criminal rival; luego, los alumnos fueron entregados a miembros del crimen organizado.
Al respecto, el presidente López Obrador defendió al Ejército y a la Marina, los cuales, dijo, son las instituciones mejor evaluadas por los mexicanos.
El secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, aseguró que la institución que encabeza colabora con las autoridades y advirtió que los integrantes de las Fuerzas Armadas que comentan algún error tendrán que responder por él.
"Si alguno de nuestros elementos, en el transcurso del cumplimiento de sus misiones, en el desarrollo de diferentes actividades, comete errores, pues tendrá que responder ante esos errores; pero esos errores de forma particular creo que no dañan la imagen de una institución", afirmó.