Para Chris Murray, director del IHME, la magnitud de COVID-19 es “mucho peor” de lo que se había pensado hasta ahora, al señalar que estiman un total de 6.9 millones de muertes en todo el mundo, cuando la cifra reportada es de 3.2 millones.
Sobre su método para llegar a estos cálculos, el director del IHME explica que analizaron el exceso de mortalidad (el número de muertes en contraste de las esperadas) y lo relacionaron con una métrica para acercarse al número real de muertes, aunque reconoce que hay otros factores que pueden impactar.

Por ejemplo, que las personas que evitaron la atención médica o la presencia de depresión y el consumo de drogas, pero también hubo menos muertes por influenza y enfermedades respiratorias por los confinamientos, así como personas que fallecieron por COVID y no por enfermedades cardíacas o pulmonares.
Según el conteo del instituto Johns Hopkins, hay 3 millones 247,608 decesos por COVID-19. Estados Unidos está en primer lugar con 580,012 decesos, seguido de Brasil (414,399), India (230,168) y México (218,007).