Tras el anuncio de EU, la SRE, a cargo del canciller Marcelo Ebrard, precisó que México busca favorecer una migración ordenada, segura, regular y con apego a los derechos humanos, además de que sostiene que el desarrollo económico y social es la única solución de fondo al fenómeno migratorio.
"México mantendrá el despliegue ya existente de Fuerzas Federales en su zona fronteriza, con el objetivo de hacer cumplir su propia legislación migratoria, a fin de brindar atención a las personas migrantes, principalmente a menores no acompañados, y combatir el tráfico de personas", informó la cancillería.
En marzo, la agencia Reuters reportó que México había intensificado las redadas para detener a los inmigrantes que transitaban ilegalmente hacia Estados Unidos y había reforzado sus esfuerzos en la frontera con Guatemala. Las operaciones incluyen miembros de la Guardia Nacional, soldados y funcionarios de inmigración.
El 22 de marzo, el gobierno federal de López Obrador informó que se tenían 8,815 miembros de la Guardia Nacional en las fronteras norte y sur del país.
El despliegue reforzado en la frontera sur de México ha hecho que se dupliquen las intercepciones diarias de migrantes, dijo Psaki.
La semana pasada, el gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172,000 en el mes de marzo, entre ellos casi 19,000 menores, un récord histórico.
Además, la Casa Blanca ha insistido en que la frontera "está cerrada" y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe, sobre todo las de menores solos.
Con información de Reuters y EFE.