Indescriptible. Así define el hematólogo Álvaro Cabrera García el hecho de dar quimioterapia a una embarazada y, después de varios ciclos con medicamentos muy agresivos, ver que su bebé nace. Es en ese momento cuando actúa el equipo de especialistas que él encabeza: los obstetras se abocan a la paciente; los neonatólogos, al recién nacido.
“Es un equipo que intenta salvar dos vidas al mismo tiempo”, dice Cabrera García, quien se dedica a esta tarea desde 2016, cuando se inauguró la Clínica de Referencia de Enfermedades Hemato-Oncológicas durante el Embarazo del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca (HRAEI), única en el país.
No obstante, a esta labor ya difícil desde el año pasado se sumó un reto adicional: la pandemia de COVID-19, a la que las personas con cáncer y las mujeres embarazadas son aún más vulnerables.