Diana Clavijo, paciente de Hidalgo, comentó que los “gastos de bolsillo” que tienen que cubrir son muchos, desde el desplazarse a los centros de atención y los propios tratamientos que llegan a los 50,000 pesos, hasta estudios de gabinete, mastografías, fisioterapia, entre otros, que frena su lucha contra la enfermedad.
“Muchas mujeres no saben qué hacer y por eso interrumpen su tratamiento. Es importante que tengamos apoyo, seamos empáticos, todos nacimos de una mujer. No nos alcanza el dinero”, expuso.
Tanto las representantes de las asociaciones como pacientes, insistieron que la pandemia y los cambios en el sector salud con la llegada del Insabi, han provocado que se enfrenten nuevos desafíos, y han tenido que interrumpir sus tratamientos, han sufrido la cancelación o postergación de citas de seguimiento, infusión de quimioterapias o cirugías, pero el cáncer no se detiene.
El cáncer no hace una pausa, no se detiene, el COVID ha sido una situación que ha complicado, pero el cáncer no se detiene.
Flora Ferrara, Unidos Contigo
Flora Ferrara, de Unidos Contigo, comentó que están enfrentando deficiencias en el sistema de salud de nuestro país, en especial en este 2020, y las que más están sufriendo son las pacientes por la frustración de no saber cómo continuar su tratamiento y recibir diagnóstico en tiempo y forma, porque no tienen los recursos ni los medios.
“Es una experiencia que no se desea a nadie, es una angustia y un impacto en las familias. El tormento lo viven ellas y sus familias. Nosotras hemos apoyado, pero ahorita estamos sintiendo que nos están dejando el peso completo de esta situación”, dijo.