El equipo de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Gineco-Obstetricia No. 3 “Dr. Víctor Manuel Espinosa de los Reyes Sánchez”, determinó que era más seguro tener al bebé fuera del útero, aún pese a que aún faltaban cuatro semanas para concluir el término de gestación. Así que todo el grupo de médicos se preparó para recibir al bebé con el reto era evitar que se contagiará de coronavirus.
Cánulas, bolsas de reanimación, cuna precalentada donde seria trasladado el bebé y los posibles espacios donde se albergaría al recién nacido fueron preparadas la mañana de ese domingo para realizar el nacimiento.
“Hemos tenido pacientes mucho más graves y escenarios más complicados, a eso estamos acostumbrados, pero aquí lo difícil fue no estar familiarizado con el equipo de protección, es incómodo. Hacía mucho, mucho calor. Es muy complicado trabajar como si tuvieras muchas 'capitas de cebolla': el uniforme abajo, encima el equipo de protección que es el overol, los goggles, el cubrebocas, la careta, fue muy complicado”, reconoció.
La neonatóloga María del Carmen Arriola Velasco y la Pediatra Elizabeth Herrera Navarro fueron las encargadas de recibir a la bebé.
Detalló que, además, les correspondía tomar las decisiones post nacimiento, pero ahí juega en contra el tiempo. “Son decisiones que se tienen que tomar en menos de un minuto porque el primer minuto de vida es el más importante en cualquier ser humano, de eso depende que el bebé no tenga secuelas neurológicas, que en futuro no arrastre con la consecuencia de una mala reanimación”.