Uno de los cargos de los que se acusa a Duarte es de malversar un monto de 6.4 millones de dólares con la asistencia de funcionarios de su administración, quienes supuestamente lo hicieron en beneficio propio y de sus asociados.
Los gobiernos de Chihuahua y de Estados Unidos calcularon que, desde junio de 2011 hasta noviembre de 2014, el exmandatario estatal transfirió más de 6.4 millones de dólares a dos empresas en las que era el accionista mayoritario.
Parte de la acusación está basada en el testimonio de tres testigos identificados como “Jorge”, “Susana” y “Brenda”, quienes dieron fe del desvío de recursos y del peculado atribuido a Duarte mientras fue gobernador de Chihuahua, entidad donde fue postulado por el PRI (2010-2016).
En el Sistema de Cortes aún no se define cuándo será su próxima audiencia o se dará a conocer la decisión de la jueza Lauren F. Louis.
Duarte quedó detenido en julio de 2020 en Florida, Estados Unidos, luego de que el actual gobierno de Chihuahua, encabezado por el panista Javier Corral, llevara años pidiendo su arresto.
En contraparte, Duarte dice ser inocente y víctima de una persecución política por parte de su sucesor.