Avances insuficientes
Los avances en torno al caso son todavía insuficientes y reflejan la ineficacia de un sistema judicial trunco que, a pesar de los progresos legislativos y formales, sigue contando con una impunidad del 99% que deriva en más de 10 mujeres asesinadas, 40 violaciones y 500 denuncias por violencia familiar cada día, según datos oficiales.
"La importancia de este caso es porque sigue siendo una realidad. El caso de Marisela refleja cómo funciona en general el sistema de justicia para las víctimas en este país y en particular para las mujeres", consideró Fierro.
Con ella coincide Blanca Juárez, periodista feminista integrante de la red Políticamente Incorrectas, quien señala que este caso es un ejemplo de una historia que se repite y se repite a lo largo de los años.
"Por un lado es lamentable que tengamos que recordar estos aniversarios, pero lo que nos queda es retomar fuerza de eso, de esas cenizas y volver a prender el fuego", comenta.
La periodista aseguró que, además de las alarmantes cifras, lo más significativo es la brutalidad de este tipo de crímenes. "No suficiente con quitarles la vida, está la manera en que lo hacen, la manera en que se despojan de los cuerpos para quitarnos la dignidad", dijo.
Fierro destacó que algunas cosas han cambiado desde entonces, ya que "hay protocolos para juzgar con perspectiva de género", pero todavía existe una enorme brecha entre lo que está escrito y la realidad.
México, señala, está lleno de "Mariselas" a las que nadie escucha y nadie ofrece respuestas. Pero ante eso, la sociedad civil y las mujeres feministas adquieren cada vez más protagonismo en la agenda informativa, logrando en muchos casos hacer el trabajo al que no llegan las autoridades.
"Ante eso seguimos organizadas de una u otra manera. La sociedad civil y el movimiento feminista han ido creciendo y han trascendido cada vez a generaciones más jóvenes que están conociendo sus derechos en un proceso de entenderlos y exigirlos", expuso.
El caso de Marisela Escobedo y su hija Rubí se asume ahora como una demostración de la ineficacia del sistema judicial y reflejo de la ola descontrolada de violencia que sacude México, pero también se ha vuelto un icono y motivación para que la lucha no termine hasta que se haga realidad el lema "Ni una más".