“Reiteramos que en la Guardia Nacional no se tolerarán abusos o uso excesivo de la fuerza por parte de su personal, normando su actuación en el irrestricto respeto a los derechos humanos”, publicó la corporación.
Silva perdió la vida el 8 de septiembre, al regresar de una protesta de habitantes de Delicias, para evitar la extracción del líquido de la presa La Boquilla, que sería entregada a Estados Unidos para dar cumplimiento al Tratado de Aguas de 1944.
De acuerdo con Javier Corral, gobernador de Chihuahua, Jessica Silva y su esposo Jaime Torres, fueron agredidos a disparos por elementos de la GN la noche en que ellos regresaban de la protesta; ella falleció en el lugar de los hechos, mientras que su pareja resultó lesionado de gravedad.
Tras estos hechos pidió a la a Fiscalía de Chihuahua iniciar una investigación y exigió a la FGR cooperar en las indagatorias.
El pasado 8 de octubre, al comparecer en el Congreso local, Corral recalcó que la muerte de Silva y los disparos que recibió su esposo, no fueron producto de un "accidente", como había señalado el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, sino de una mala actuación de los agentes de la Guardia Nacional.
“No hay duda para el Ministerio Público de Chihuahua, sobre la forma en que acontecieron los hechos: ni accidente, ni acción para repeler agresión alguna, que no hubo, fue no solamente una mala actuación, tampoco hay una confusión, hay una mala actuación de agentes”, dijo Corral frente a legisladores locales.