Zerón, constructor de la "mentira" histórica
De acuerdo con funcionarios del gobierno actual, desde el presidente Enrique Peña Nieto, hasta policías municipales, se construyó una “verdad histórica” con base en la simulación, la fabricación de pruebas y la tortura en “beneficio de los perpetradores y en contra del derecho de las víctimas”, en el que el principal “orquestador” fue Tomás Zerón, el titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), hoy prófugo en Israel.
En el informe a seis años de los hechos, se explicó que ddesde antes, hubo omisiones y violaciones que desembocaron en la desaparición de los estudiantes y en la fabricación de una mentira para ocultar y encubrir la realidad.
El fiscal general, Gertz Manero señaló que los jóvenes fueron víctimas de un “choque de intereses” entre los grupos delincuenciales, sus encubridores y socios, enquistados en las policías locales, en la Policía Federal y en los distintos organismos y fuerzas del Estado mexicano que tenían presencia en Iguala, un “centro neurálgico de distribución de la droga en la Sierra de Guerrero”, vital para quienes comercia en la Zona Metropolitana del Valle de México y los trasiegan a Estados Unidos.
En ese contexto, dijo, los jóvenes quedaron en medio del choque de intereses, pues reveló hubo una matanza de 80 personas simultánea a la desaparición, en esa “lucha feroz” entre criminales y encubridores burocráticos, que nunca se le dio seguimiento.
Entre las pruebas que demuestran que desde el inicio se intentó ocultar la verdad y proteger a los verdaderos responsables, se señaló que el día de los hechos –el 26 de septiembre de 2014– las cámaras del sistema de comunicación “C4” que debieron registrar los hechos, pero “dejaron de funcionar parcialmente” y los radios se apagaron en diversos momentos.
Desde una videollamda, el fiscal Gertz expuso que las autoridades judiciales locales ocultaron videos que testimonian los hechos ocurridos en el Palacio de Justicia Estatal en Iguala.
“En la secuencia cronológica del caso, el Ejecutivo Federal, para ocultar y encubrir sus colusiones, primero, acusó a las autoridades locales; y como eso no le dio el resultado que esperaba, tuvo que asumir el control y la responsabilidad del caso. De esa manera, el Gobierno de la República se convirtió en el operador de un encubrimiento generalizado, para lo cual detuvieron y torturaron, masivamente, a miembros de corporaciones locales, consignándolos ilegalmente”, afirmó Gertz.