Encubrimiento generalizado
El fiscal Alejandro Gertz Manero aseguró que el gobierno de la se convirtió en el operador de un encubrimiento generalizado al mentir falsas diligencias y construir una trama que carece de realidad.
De acuerdo con los avances de la investigación, los jóvenes desaparecidos fueron las víctimas que quedaron en medio de un "choque de intereses de las fuerzas del narcotráfico".
Getz señaló que se trata de los grupos criminales que han estado asentados en la ciudad de Iguala, que es un "centro neurálgico de distribución de la droga que se produce en la Sierra de Guerrero, y que es vital para quienes comercian con ella en la zona metropolitana del Valle de México, así como para los que trasiegan esos narcóticos hacia los Estados Unidos".
"La presencia de los estudiantes fue un coincidente letal, en un momento de choque entre los grupos delincuenciales, sus encubridores y socios, enquistados en las policías locales, en la Policía Federal y en los distintos organismos y fuerzas del Estado mexicano que tenían presencia en ese lugar", aseveró el fiscal general, a través de una video llamada.
Explicó que a la par de la desaparición de los estudiantes, cerca de 80 personas fueron masacradas y ocultadas en Iguala por distintos grupos delictivos, de acuerdo con acusaciones, hechos a lo que no se les dio seguimiento.
"Las autoridades locales y federales tuvieron conocimiento, a través del sistema de comunicación “C4”, que debió registrar lo que estaba sucediendo; lo cual permitía identificar a quienes coparticiparon y presenciaron lo ocurrido.
"También pudo registrar las detenciones ilegales, sus traslados a las oficinas públicas, a los centros de justicia y a otros lugares, donde comenzó la tortura; para que, después, estos jóvenes fueran entregados al grupo delincuencial", explicó Gertz.
En las investigaciones realizadas, dijo, se ha podido comprobar que las cámaras dejaron de funcionar parcialmente y los radios se apagaron en diversos momentos, lo cual implica responsabilidades que, aseguró, no van a quedar impunes.
El robo de Tomás Zerón
El fiscal general señaló que que Tomás Zerón se convirtió en el orquestador del “engaño mediático” del caso Ayotzinapa y aseguró que no lo hizo “gratis” sino que sustrajo más de 1,000 millones de pesos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).
"Él cobró y se robó más de mil millones de pesos del presupuesto de la entonces Procuraduría General de la República, que sustrajo con varios cómplices, de manera fraudulenta, dentro de la Institución, y con la anuencia de sus superiores, como pago por sus infamias", expresó Gertz, quien aseguró que la PGR puso a su disposición cerca de 50 agentes policiacos, y todo el aparato administrativo, para cuidarlo y facilitarle su saqueo.