El primer caso de sarampión en México se detectó el pasado 28 de febrero, y el último se confirmó el 31 de mayo. En ese periodo, se contabilizaron 196 contagios, de los cuales tres ocurrieron en el sector salud, mientras que hubo otros 1,835 casos negativos.
La doctora Ceballos puntualizó que, a poco más de 100 días de que se dio por concluido el brote, no se ha registrado ningún otro caso de sarampión en México.
Miriam Veras Godoy, directora general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia, agregó que del total de contagios, 69% no estaban vacunados, 11% (22 casos) tenían menos de un año de edad, por lo que no eran elegibles para vacunación, y solo 20% (39 casos) estaban vacunados con dos dosis.
La funcionaria explicó que los casos no vacunado tuvieron casi cuatro veces más riesgo de enfermar por sarampión que las personas vacunadas.
El subsecretario para la Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, consideró que este brote muestra la degradación del sistema de vacunación nacional, que en algún momento fue "ejemplo para América Latina y posiblemente para el mundo".
"Aunque todos nos hemos sentido orgullosos de los programas de salud pública que ha desarrollado México en los últimos 40 ó 50 años, teníamos una idea sobrestimada del estado que guardaba nuestro sistema nacional de vacunación. Desde 2015, alertamos de la degradación que estaba llevando la cobertura vacunal contra el sarampión y lo vemos ilustrado en este brote", apuntó en la misma conferencia.