La crisis económica, otro factor
Para el analista político y académico del Centro de Estudios y Docencia Económicas (CIDE), Carlos Bravo Regidor, la pandemia ha tenido un efecto devastador en la gente y la hace estar concentrada en resolver las situaciones de emergencia como el no perder su trabajo, conseguir uno o buscar sustento para su familia, por lo que elección puede pasar a un segundo plano, pues la gente no tiene tiempo de organizar su enojo y canalizarlo a una causa o en un voto de castigo.
“El voto de castigo se da cuando la gente ya racionalizó el golpe de realidad, está enojada y busca derrumbar algo, no cuando está desesperada tratando de sostener los pedazos de su vida. La situación sanitaria de emergencia, la económica, en materia de seguridad, lo que hace es que la gente esté preocupada por las cosas más básicas que impiden que se organicen, así que las condiciones están dadas para que haya un alto abstencionismo”, señala.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera una contracción de 10.5% del PIB en México este 2020, lo que lo ubicó como el país de América Latina con la previsión más negativa y una de las cinco naciones del mundo más afectadas.
Para Giselle Perezblas, directora de la consultora Auguro Estrategia & Comunicación,
quienes quieran ganar un cargo, no deberán olvidar que el voto de 2021 tendrá "rostro de mujer", que es precisamente el grupo el más golpeado por la pandemia, no solo porque incrementó la violencia contra ellas, sino porque las afectó económicamente.
Otro factor que podría pesar en el ánimo de los ciudadanos es una tercera epidemia: la de inseguridad. Desde la última cita que tuvieron los ciudadanos con las urnas, el 1 de julio de 2018, en el país han sido asesinadas más de 74,000 personas.