La epidemia de COVID-19 sumó un nuevo reto para los jóvenes mexicanos, quienes ya de por sí se encontraban en una situación de desventaja. De acuerdo con la Alianza de Jóvenes con Trabajo Digno, antes de la crisis sanitaria ya había 12.1 millones de personas de entre 15 y 29 años con condicionales laborales desfavorables: 5.6 millones que no estudian ni trabajan y 6.5 millones en trabajos con alta precaridad.
Pero eso no es todo. A estos jóvenes se sumarán otros 4 millones que se prevé que quedarán fuera de la escuela o del trabajo debido a esta crisis. Es decir, serán alrededor de 16.1 millones en situación de desventaja, por lo que la organización llamó a las empresas a no "cerrarles las puertas".