Al flujo migratorio constante en esta región de México se sumaron otras condiciones: la pérdida de trabajo de los migrantes que esperaban su turno para pasar a EU y las expulsiones exprés que emprendió el gobierno estadounidense en medio de la pandemia bajo el Título 42, que implica retornar gente cuando se considera que puede ser un riesgo para la salud.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) expuso que en abril, después de que México declarara emergencia sanitaria, EU regresó a cerca de 15,000 personas a territorio mexicano. Mientras tanto, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), entre marzo y mayo se expulsó a 42,928 personas desde la frontera sur de EU.
Como Julio y su padre, provenientes de Guatemala, otras dos familias de Honduras, un grupo de jóvenes y otras dos personas permanecen en el hotel filtro de Tijuana, que desde el 29 de junio ofrece este apoyo. En total hay 14 personas hospedadas en el lugar, de las cuales cinco son niñas, niños y adolescentes. Uno de ellos es el pequeño cumpleañero.
Jessica Tapia, jefa de la Oficina de la OIM en Tijuana, explica en entrevista que la organización tiene varios perfiles de personas hospedadas. Por ejemplo, una es una persona venezolana bajo proceso de asilo, quien vivía por su cuenta en México en lo que se le resolvía su situación. Sin embargo, por el COVID-19 perdió su empleo y no pudo seguir pagando su renta.
Surge el hotel filtro para darles un espacio de transición entre una posible situación de calle y la entrada a un albergue".