En ese contexto, el construir ciudades que respondan a las necesidades de los habitantes, que sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, se convirtió en una prioridad pasada la emergencia sanitaria.
Carina Arvizú Machado, subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda, sostiene que las metrópolis son los territorios con más casos de COVID-19, por lo que la pandemia ha puesto de manifiesto que deben intervenir el territorio de manera integral.
“Lo más relevante (de la epidemia) es que evidenció que vivimos en ciudades muy segregadas, muy desiguales, como que puso el foco de atención en dos cosas que tienen que ver con el modelo de ciudad que hemos creado, muy expansivo, que la gente se va a vivir a la periferia y que las ciudades han crecido mucho de manera horizontal, pero también de manera desigual”, dice en entrevista.
A su vez, Arvizú Machado comenta que la población con menos recursos es la que más han sufrido porque estos sectores son los que viven más lejos y tienen que pasar más tiempo en los sistemas de transporte, debido a que por el tipo de urbanizaciones que se han hecho, en estas periferias no se cuentan con servicios como escuelas, centros de salud, espacios de abasto y tampoco tienen espacios públicos, polideportivos, entre otros.