El papel de México en la carrera de las vacunas
Orozco, quien fue rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), explicó que México –el único país latinoamericano que participa en CEPI– tiene cuatro proyectos de producción de la vacuna y se mantiene en la pelea demostrando que tiene capacidad para producir el fármaco, ya que no es fácil, por ejemplo la del virus del papiloma humano tardó 15 años en producirse, mientras que la del VIH, aún no se encuentra.
“Estamos en la pelea, estamos demostrando que México tiene capacidad para hacer una vacuna, y esa vacuna tendrá que ser de acceso universal, porque así lo planteó el gobierno mexicano a la ONU; los países estuvieron de acuerdo en que la vacuna tiene que llegar a todos partes, más allá de las condiciones socioeconómicas”, aseguró.
La propuesta de la que habla la científica fue la presentada en mayo pasado durante la 73 Asamblea Mundial de la Salud, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde se aprobó una resolución –impulsada por México y copatrocinada por 130 países, para unir esfuerzos para controlar la epidemia y aboga porque las vacunas del COVID-19 sean clasificadas como un “bien público de la salud mundial” para que todos los países puedan acceder a ella sin importar sus condiciones socioeconómicas.
La científica mexicana aseguró que el primer punto es tener la vacuna y ya después ver cómo se distribuye y cómo se paga, pero no duda que México hará lo posible para acceder a ella.
“Estoy segura que ante el reto de este tamaño, el gobierno tendrá que encontrar fondos de donde haya, y que podremos acceder a la vacuna, así lo pidió México en la ONU. El primer punto es tener la vacuna y luego ver cómo se empata, cómo se distribuye y cómo la pagamos”, afirmó.