Este martes, los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) sostuvieron una reunión de más de tres horas con la encargada de la política interna de país, la secretaria Olga Sánchez Cordero, para plantearle sus inquietudes respecto a los indicadores que se utilizan para definir el color que le corresponde a cada entidad en el semáforo epidemiológico, lo cual define qué actividades productivas y sociales pueden regresar a la nueva normalidad.
Hace una semana, siete gobernadores conformaron un bloque contra el semáforo epidemiológico nacional por lo que informaron que implementarían sus propias estrategias para reanudar sus actividades.
Los mandatarios inconformes eran Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila; Jaime Heliódoro Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán; José Rosas Aispuro Torres, de Durango; Enrique Alfaro Ramírez, de Jalisco, y José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima.
Sin embargo, tras la reunión de este lunes, los gobernadores acordaron respetar un único semáforo y se alcanzaron cinco acuerdos más:
1.- Criterios claros. La Secretaría de Salud enviará por escrito a las entidades federativas, los indicadores que son utilizados para la construcción del semáforo COVID-19.
2.- Aclaraciones. Semanalmente, la Secretaría de Salud enviará a los gobernadores los valores observados en estos indicadores por cada entidad federativa, quienes formularán los comentarios y observaciones correspondientes.
3- Acuerdo. Una vez alcanzado el consenso entre federación y estados, se procederá a hacer público el semáforo COVID-19.
4.- Acciones. La federación emitirá los criterios que deben de aplicar los estados para la mitigación de la pandemia.
5.- Semáforo único. Debido a que es justo en el centro del país donde se concentran los contagios y los decesos por COVID-19, los estados que conforman la megalópolis aceptaron utilizar un semáforo único.