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El Cinvestav diseña pruebas masivas para el regreso a la “nueva normalidad”

El laboratorio nacional de genómica del Cinvestav prevé la realización de 19,200 pruebas de COVID-19 a la vez.
mié 20 mayo 2020 06:00 AM
prueba covid
El investigador del Cinvestav asegura que es necesario hacer pruebas ante la reactivación económica.

En la antesala de la “nueva normalidad”, la seguridad para regresar a las actividades es una de las principales preocupaciones en el país. Para ello, especialistas, organismos y centros educativos han propuesto la realización de pruebas para identificar quién ya se contagió de COVID-19 y quién no para prevenir así nuevos brotes.

Uno de ellos es el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (UGA-Langebio) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN. Encabezado por el investigador Alfredo Herrera Estrella, un grupo de científicos planteó la estrategia de detección masiva de infecciones por SARS-CoV-2, con la que se podría analizar hasta 19,200 muestras a la vez, en un periodo de tiempo de tres a cinco días.

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Este proceso serviría para que empresas puedan identificar a empleados que ya se contagiaron y que pueden regresar a sus actividades con mayor seguridad.

Es una preocupación del regreso a la actividad: sin pruebas, es un arriesgue muy alto".
Alfredo Herrera Estrella.

“En una fabrica, por ejemplo, que se le pruebe a cierto porcentaje de los trabajadores para saber si alguno ya se infectó, lo que quiere decir que en ‘teoría es inmune al virus’ y puede regresar con confianza a trabajar, porque no se va a enfermar y tampoco va a contagiar a otros”, explica Herrera en entrevista.

El director de UGA-Langebio explicó que la prueba es parecida a la PCR, que realiza actualmente el gobierno federal, pero la ventaja es que se puede realizar de manera masiva y con mayor precisión, ya que amplifica los fragmentos de RNA del virus SARS-Cov-2 para conocerlo mejor, porque permite no solo saber que el virus está presente, sino su secuencia y en qué cantidad está presente.

“Es una prueba tanto cualitativa como cuantitativa. En términos cualitativos podría considerarse superior a la actual (la PCR) porque nos da mayor precisión, porque al darnos mayor información de los fragmentos de ADN, podríamos distinguir si son virus exactamente iguales o hay pequeñas variaciones entre los virus que están afectando a un paciente y otro”, detalló.

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Como esta prueba aún no está validada por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), su alcance sería con la iniciativa privada como una “especie de tamizaje” para identificar a los colaboradores que ya se contagiaron y a los que no.

De hecho, explica el investigador, ya hubo acercamiento con algunas empresas interesadas en probar esta propuesta.

La prueba tendría un costo de alrededor de 600 pesos, menor al que se estima actualmente (1,500 pesos). No obstante para poder iniciar con esta estrategia, se necesita una inversión aproximada de 24 millones de pesos para adquirir oligonucleótidos (cebadores) que se utilizan para la amplificación de cada uno de los fragmentos del virus.

“Esperamos poder contribuir al desarrollo del país, en el sentido que se favorezca el regreso a la actividad económica lo antes posible con este tipo de pruebas, esperemos incluso poder reducir los costos con otras estrategias que estamos explorando al mismo tiempo”, señala Herrera Estrella.

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Los lineamientos para regresar a trabajar

La Secretaría de Salud emitió este lunes los Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaría en el Entorno laboral para la reactivación de los centros de trabajo con medidas de seguridad y monitoreo para prevenir contagios. No obstante, no se consideran las pruebas en este retorno, pero sí chequeos a la entrada para identificar posibles contagiados sintomáticos.

“Para llegar a esta Nueva Normalidad se definió un proceso que consta de tres etapas que tienen como objetivo reactivar las actividades socio-económicas con la premisa de proteger la salud de la población controlando la trasmisión de SARS-CoV-2 y así prevenir picos epidémicos de gran magnitud o rebrotes en las zonas del país que ya sufrieron el primer pico epidémico”, señala el documento que deberá ser firmado por las empresas.

Entre las estrategias está la promoción de la salud, medidas de seguridad e higiene, limpieza y sanitización de los espacios, la sana distancia, y un control de ingreso-egreso, entre otras.

“Todos tenemos riesgo de contagiarnos, pero el asunto de esto es que cuando llegamos a nuestro centro de trabajo no seamos una fuente de contagio y generemos un pico de contagios”, señaló Mauricio Hernández, director de Prestaciones Sociales y Económicas del Seguro Social.

Por ello se prevén protocolos y medidas en los sectores que comenzarán a operar, como la construcción, la industria automotriz y la industria extractiva o de minería, que fueron agregadas como esenciales.

En Guanajuato, por ejemplo, dice el investigador Alfredo Herrera, la industria automotriz tiene 130,000 empleados, quienes serán susceptibles de contagio en el retorno a la “nueva normalidad”.

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