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La caída de ingresos en estados de hasta de 400,000 mdp por la pandemia

Con una visión optimista, los estados perderían 260,000 mdp por la epidemia de COVID-19 y podría llegar hasta 400,000 señala el consultor José Carlos Rodríguez Pueblita.
mar 19 mayo 2020 05:50 AM
Prestadores de servicios de las playas advierten al gobierno que su situación económica es crítica esto tras el cierre de restaurantes, hoteles y demás servicios ligadas al turismo, del cual ellos viven
Estados como Quintana Roo sufrirán pérdidas económicas por la caída en el turismo.

No solo es la epidemia de COVID-19. En los estados existen varias condiciones que auguran un mal año en sus finanzas. De acuerdo con José Carlos Rodríguez Pueblita, socio fundador de Pondera Lab, la caída de los ingresos de los estados podría ser de entre 260,000 a 400,000 millones de pesos.

Si antes de la crisis sanitaria ya se estimaba una rebaja de 135,000 mdp, por la reducción de las transferencias de los recursos de la Federación a los estados, la disminución de los ingresos tributarios, la contracción de la actividad económica y la caída de los precios del petróleo, el virus SARS-CoV-2 potencia la situación.

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Los ingredientes de la crisis

El economista explica que son varios los ingredientes para una situación complicada en los estados, tras la crisis sanitaria por el COVID-19. “La verdad es que se está complicando mucho, por un lado la presión de gasto importantísima y por otro lado reducción de ingreso, que ya traía una trayectoria”, afirma en entrevista.

El primer elemento, detalla, es que cambiaron las reglas del juego en términos de transferencias los recursos de la Federación a los estados, sobre todo en términos del Ramo 23 y de convenios, lo que les ayudaba a solventar ciertos gastos y reducir déficit en algunas operaciones que realizaban. Estos representan alrededor del 90% de los ingresos totales de los estados.

A eso se añade la reducción en la actividad económica, que es lo que “alimenta” la bolsa de la recaudación; sumado a la caída del precio del petróleo, la contracción en la economía, que se espera sea la más grande de la historia, así como la responsabilidad que están teniendo los estados –dado la limitada reacción por parte de la Federación en términos fiscales– para ofrecer apoyos a las empresas, familias, para poder sortear esta crisis económica, pone a las entidades en una situación desfavorable.

Se ahondarán las diferencias financieras entre estados, algunos caerán en impago y se ahondarán las crisis económicas a nivel local. No es una buena perspectiva.
José Carlos Rodríguez Pueblita, socio fundador de Pondera Lab.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en 2020 se estiman más de dos billones de pesos en ingresos totales de las entidades, de los cuales 1.7 billones son transferidos por el gobierno federal a través de aportaciones (759,760 mdp), destinadas a fortalecer a la entidades en temas como salud, educación, seguridad, entre otros, que son recursos etiquetados, y participaciones (948,747 mdp), las cuales buscan incrementar el crecimiento económico y el esfuerzo recaudatorio. Estas últimas se distribuyen a través del pacto de coordinación fiscal.

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Un salvavidas para los estados

La epidemia de COVID-19 cambió los planes de los estados, respecto a su situación económica, muchos tuvieron que posponer o cancelar actividades e inversiones, mientras que otros están viendo afectados severamente sus fuentes de ingreso por las medidas de mitigación.

Cada uno de los estados ha asumido distintas formas de apoyar a sus habitantes ante la crisis. De acuerdo con las organizaciones Transparencia Mexicana y Toji, se han anunciado apoyos y programas por 636,372.2 millones de pesos para enfrentar la crisis económica, de los cuales solo 13,807.2 mdp son locales.

Ante esto, Rodríguez Pueblita comenta que una de las posibilidades para apoyarlos, la cual ya se está “dibujando”, es la de una reforma temporal a la Ley de Disciplina Financiera para permitir a ciertos estados que se endeuden fácilmente y facilitar la ejecución del gasto de manera que tuvieran mayor capacidad de poder erogar, realizar obras o dispersar apoyos.

“Se tiene que hacer una ajuste a Ley de Disciplina Financiera, pero tiene que ser muy claro que tiene que tener un inicio y un fin, para darle mayor margen, porque no hay de otra, para muchos estados, no hay espacio fiscal”, señala.

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Otra opción es usar el Fondo de Estabilización de Ingresos de Entidades Federativas y el Fondo de Estabilización de Fondos Presupuestales, para compensar la caída de entre 5.6% y 12% del PIB, que estiman se tendrá. No obstante, considera, los recursos no son suficientes, pues la mitad se usó el año pasado para compensar la caída de la tributación de los ingresos.

Estas medidas tendrían que ser diferenciadas para los estados, midiéndolas en términos de dos variables,: la gravedad de la situación en términos de salud, los estados que tienen grandes metrópolis, con población vulnerable o que no tienen seguridad social o alto hacinamiento serán más afectados, y por otro lado el impacto que puede tener en la actividad económica.

“Si sabemos que el turismo en términos anuales, ya se está identificando una caída de 86% de la actividad, a lo mejor en términos de salud no es tan grave en Baja California Sur o Quintana Roo, pero en términos de actividad económica está siendo devastador”, comenta.

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