Otra realidad
José trabaja en el Hospital Presidente Juárez del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en la ciudad de Oaxaca.
Expansión Política documentó cómo los trabajadores de este hospital tuvieron que acudir a la autoridad para que les dieran equipo de protección y aunque sí la recibieron, no es suficiente.
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No da su nombre real porque dice que quienes se han atrevido a denunciar las anomalías del sector salud enfrentan a represalias, por ejemplo, no son promovidos en su trabajo.
Cuenta que la mayoría del personal médico recibió gogles, batas y cubrebocas KN95 que no fueron diseñados para uso médico.
“Todo el material nos lo dieron después del amparo. El filtro es la diferencia, lo que pasa es que los KN95 sí funcionan, pero se usan más a nivel industrial, para aerosoles, en cambio, el cubrebocas N95, de máxima seguridad, trae un filtro y su función es que uno no se sofoque, porque cuando uno se pone ese cubrebocas, se pone los gogles, la careta, sientes que te asfixias, porque es tanta la opresión. El N95 trae un filtro y permite la entrada de aire”.