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Condiciones socioeconómicas aumentan riesgo de COVID-19 en México, dice estudio

El Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República advierte que México se enfrenta la epidemia con una economía debilitada.
dom 22 marzo 2020 07:30 AM
covid 19
Las autoridades federales urgen a la población a tomar precauciones sin caer en el pánico.

Un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República revela que la evolución de la epidemia del Covid-19 en México podría incrementarse por las condiciones socio económicas del país, las cuales constituyen un mayor riesgo en comparación con otros países desarrollados.

El documento llamado “ Características, medias de política pública y riesgos de la pandemia del COVID-19 ” señala que actualmente 20.2 millones de mexicanos no tienen acceso a servicios de salud, 24.7 millones no cuentan con servicios básicos en su vivienda y 25.5 millones de personas no tienen acceso a una alimentación suficiente y adecuada.

Estos rezagos en el desarrollo nacional, así como las deficiencias institucionales del sistema de salud, plantea el Instituto, configuran un entorno de vulnerabilidad que podría facilitar el comportamiento de la epidemia y la saturación de los servicios de salud.

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Economía debilitada

El Instituto Belisario Domínguez explica que México enfrenta la epidemia con una economía debilitada con una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cercana a cero.

“Los efectos de la epidemia se suman a la ya debilitada economía nacional, pues sus condiciones de crecimiento se han reportado como estancadas (...) Si las perspectivas económicas de los organismos internacionales, para México, se habían venido ajustando a inicios de año, con la epidemia se sufrirán ajustes más severos”, plantea el documento.

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Agrega que se verán más afectaciones por la disminución de bienes y servicios, además los sectores más golpeados serán el turismo y la construcción.

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La falta de pruebas

El estudio, elaborado por Jesuswaldo Martínez Soria, Ma. Concepción Torres Ramírez y Ernesto David Orozco Rivera, señala que una de las limitaciones del sistema de salud mexicano es el número de pruebas que se tienen disponibles.

“Una de las primeras limitaciones del sistema de salud ante la epidemia es la aplicación de las pruebas para detectar el COVID-19. Para la primera fase de la epidemia se contaba con 9,100 pruebas, 850 de las cuales se habrían aplicado hasta el 18 de marzo”, señala el estudio.

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El informe advierte que para el 18 de marzo, ya existían 14 casos de contagio de COVID-19 por “contacto” en el interior del país, cuando las autoridades habían informado un total de 118 casos confirmados, todos por importación o relacionados con estos pacientes.

“Si bien en la mayoría de los casos registrados hasta el 18 de marzo, el virus fue adquirido en el extranjero por personas que viajaron recientemente, se han identificado ya 14 casos por contacto en el interior del país, lo que supondría estar ya en la antesala de la fase 2”, explica el documento de trabajo

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