¿Se siente decepcionado de Morena?
Yo estoy muy contento porque se nombró a (Alfonso) Ramírez Cuéllar, que es un gran amigo. Que está joven… bueno, ya no está joven. Es valiente y talentoso y ya se va a plantear —yo hablé ayer con él, por teléfono—, se va a plantear un congreso como el de Oaxtepec, que se hizo hace tiempo en el PRD. Vamos a definir bien la política, es muy importante.
¿Usted cree que se puede lograr la cuarta transformación en los cinco años que restan de gobierno?
Sí. Ahora, ¿qué tan lejos? Eso hay que verlo. Sí creo y debemos de hacerlo. Entonces, para eso tenemos que ser más militantes, más enérgicos, más claridosos, más honestos.
¿Y para el 2021, con este congreso que se va a hacer con Morena, cree que se pueda tener un mayoría como la que tienen ahora?
No lo sé. Es un gran tema, porque frente a las críticas de la oposición, el presidente decidió que la pregunta sobre revocación de mandato a la población sea en marzo. Originalmente era coincidente con las elecciones y, desde luego, hay mayor riesgo, pero yo espero que si hacemos una política, seriamente, de veras dedicada a la gente, vamos a tener todavía mayoría. Los programas del presidente son muy importantes.
Pero, si el presidente no aparece en la boleta, ¿esto influye para que no se tengan estas grandes mayorías que se tienen ahora?
Yo confío en que, por otras razones, no porque coincida la pregunta sobre el referéndum con las elecciones intermedias. No es por ahí, es por sus programas políticos. Además, por ejemplo, lo digo —esto parece una curiosidad—, hay políticas en las que uno no está de acuerdo, pero a la gente le caen bien. Quizá esto no le importa demasiado a la población. Digan: "bueno, mejor, entre menos burros, más olotes". Pero no es así, hay ciertos complejos sociales, desde siempre. Yo pongo en mi artículo que si fueran güeros o güeras, o de ojos azules, serían bien recibidos, hasta para fines de mestizaje.
Cree que con lo que pasado con las víctimas de la violencia, ¿es una decisión acertada que el presidente Andrés Manuel López Obrador no las haya recibido en Palacio Nacional?
En este momento no quiere absorber el problema, quiere que lo manejen sus subalternos. Eso me pasó, yo he trabajado muchos años en el gobierno. A mí me han hablado presidentes y me han dicho: "Oiga, licenciado, están aquí llegando muchas gentes, recíbalos usted primero, no tienen por qué llegar aquí. Primero, resuélvame el problema, para esto está usted". Es el sentido de esa decisión.
Pero cuando escala el problema y tienen tanto foco, ¿no se debería borrar la parte intermedia?
Eso se corrige con una política muy seria, muy férrea. Y depende, en gran medida, del fiscal. Eso hay que atenderlo, pero no necesariamente tienen que ver el presidente.
¿No hace diferencia que los vea el presidente?
No. Es una forma, no es la sustancia, hay un contacto entre los secretarios de Estado y el presidente. Hay una red privada en el gobierno, el presidente dice: "Esto es responsabilidad tuya". Si no lo hace, pues hay que ver y hay que actuar.
¿En algún punto él tendrá que hacerlo?
No, él está vigilando. Él está supervisando. Él está enterado de todo y está designando, como siempre, que todos los gobiernos, al funcionario que debe resolverlo.