"A mí me han designado para hacer una tarea, no quiero ni voy a perpetuarme ni un día más, lo único que quiero es sacar esta tarea y creo que entre muchos lo podemos hacer; entonces, los contendientes deben tener esa garantía", dijo el aún presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.
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Asimismo, enfatizó que su dirigencia será un factor de unidad al interior del partido, pues, sostuvo, él está por encima de los conflictos que haya entre los aspirantes.
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En este sentido, Ramírez Cuéllar ofreció al diputado Mario Delgado, a la secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky —quien aún se considera dirigente—, y a Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional del partido, conducir un proceso interno "totalmente pulcro".
"Yo no estoy peleado con nadie, yo soy un factor de unidad, yo quiero un partido echado para adelante (...) Quiero decirle a Mario, a Yeidckol y a Bertha, y a todas aquellas personas que quieran aspirar a dirigir el partido los próximos tres años, que en mí tienen la garantía de una total y absoluta imparcialidad", dijo.