Sin embargo, la tensión escaló cuando los migrantes y algunos activistas que los acompañan confrontaron a funcionarios de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) y del INM para que respondieran a las 2,000 solicitudes de asilo formuladas por la caravana en días recientes.
Al ver la intervención de las fuerzas de seguridad que hasta el momento sólo los habían acompañado, algunos migrantes corrieron y escaparon adentrándose entre la vegetación circundante al camino.
Aún no se precisa el número exacto de migrantes capturados, pero se estima que la caravana se dividió entre quienes resultaron detenidos, quienes escaparon a la selva de Chiapas y quienes se entregaron ante la impotencia de confrontar a los elementos de seguridad.
Un total de 1,754 hondureños fueron deportados hasta este jueves desde Guatemala y México, luego de que abandonaran su país en la caravana, entre el 14 y 15 de enero, informó el gobierno de Honduras.
La encargada de la Dirección de Protección del Migrante Hondureño, Jessica Guzmán, detalló que solo este jueves llegaron 675 personas, entre familias y niños no acompañados por adultos.
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Con información de Reuters, EFE y AFP.