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El financiamiento y la operación del Insabi despiertan dudas

Cómo se garantizará que el instituto tenga dinero, cómo se repartirán esos fondos y cómo será la coordinación con los estados son puntos que la reforma en salud todavía no deja claros, dicen expertos.
lun 25 noviembre 2019 05:00 AM
Insabi
La reforma aprobada prevé que el Insabi comience a funcionar en enero de 2020.

Las modificaciones a la Ley General de Salud que crearon el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) vienen acompañadas de dudas que, de no resolverse, pueden convertir esta reforma en solamente un cambio de "fachada", alertan expertos.

Rodolfo de la Torre, director del Programa de Desarrollo Social con Equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), considera que hay dos escenarios extremos. De un lado, puede haber "una gestión impecable y los recursos necesarios" para dar un mejor trato a todos y reducir la desigualdad. Del otro, existe el riesgo de que haya problemas de coordinación y la gestión termine siendo muy mala, como ocurre actualmente, sin la atención que se requiere.

"Mi perspectiva es que vamos a tener una repetición del Seguro Popular con otra fachada y un tipo de centralización", dice, al considerar que hay oportunidades que se deben atender en este intento de cambiar el sistema de salud en México.

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"Esta administración tiene enormes oportunidades para hacer modificaciones al sistema de salud, no hay que tomar al Seguro Popular como la referencia, no se trata de conservar lo que tenemos, sino, al contrario, de dar el siguiente paso a la universalización", añade De la Torre.

Para él y otros especialistas, estos son los principales puntos débiles que deja ver el Insabi y las dudas que aún es necesario despejar.

No hay fórmula clara para el financiamiento

De acuerdo con Salomón Chertorivski, exsecretario de Salud federal, con el Seguro Popular había una fórmula para proporcionar recursos a los estados dependiendo del número de afiliados. No obstante, ahora que se desapareció la fórmula y la asignación de fondos depende de los acuerdos de coordinación que se firmen con cada una de las entidades, la entrega de dinero puede ser discrecional.

"Al eliminar la fórmula, regresa la discrecionalidad al gobierno federal, de cuánto dinero le voy a mandar a cada entidad federativa o qué gobernador tiene mejores relaciones o mayores capacidades", dice Chertorivski.

El uso del Fondo de Gastos Catastróficos

Entre los cambios aprobados, se plasmó que al menos 40,000 millones de pesos se transferirán al Insabi para diversos gastos, como los relativos a infraestructura, cuando el Fondo de Gastos Catastóficos se reunió para cubrir una serie de enfermedades cuya atención es costosa. Aunque habrá un apartado para estos padecimientos y aumentará el catálogo de los mismos, todavía no está definido qué enfermedades serán las que tengan cobertura.

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¿Un solo Compendio Nacional?

Pese a que la ley recientemente reformada plantea la creación de un Compendio Nacional de Insumos para la Salud, en lugar de un Cuadro Básico de Insumos para el primer nivel de atención médica y un Catálogo de Insumos para el segundo y el tercer nivel, la especialista del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) Ana Sofía Charvel señala que de facto es distinto para las instituciones de salud que existen, por lo que no queda claro cómo será el citado compendio único.

Recomendamos: 10 cambios que traerá el Insabi

El candado del presupuesto

Ante la regla establecida de que el presupuesto otorgado al Insabi cada año no podrá ser menor al del año anterior, tomando en cuenta la inflación, la experta del ITAM plantea que hay un hueco importante respecto de los mecanismos compensatorios.

"¿Qué pasará si está establecido en la ley y pasa algo y exponencialmente crece el empleo formal y todos se van al IMSS, o al revés? ¿Qué mecanismos compensatorios va a tener si todo mundo se pasa al Insabi y aumenta muchísimo (la demanda de servicios), cómo se va a compensar esta situación?", cuestiona.

Lee: Error desaparecer el Seguro Popular, advierten exsecretarios

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La gestión y la centralización

Otro de los principales puntos de preocupación es el tema de la rectoría del Estado y de las funciones de los gobiernos de las entidades, pues la ley señala que cuando empiece a operar el Insabi los hospitales, la infraestructura y los recursos humanos y administrativos pasarán a este instituto federal, por lo que dependerá en buena medida de cómo se dé la relación con las autoridades estatales para que el nuevo sistema funcione.

Lee: La centralización de la salud en México rompe con el federalismo, denuncian

De acuerdo con De la Torre, el centralizar el sistema de salud en principio abriría la ventana para una mejor coordinación de las unidades médicas y los hospitales que atienden a la población, pero eso requiere de una buena gestión del Estado.

"(Se necesita) una rectoría que abarque compartir recursos, que resuelva el problema de accesos, mejore la calidad de los servicios públicos, para lo que se requiere de un mecanismo en el que se haga costumbre la evaluación del sistema de salud en su conjunto, eso puede proceder a partir de propuestas concretas y de corto plazo", considera el especialista del CEEY.

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