"El reto para Jóvenes Construyendo el Futuro es el mes 13": Horacio Duarte

Hombre de confianza

Horacio Duarte es un hombre cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, tanto que en un mitin el político tabasqueño le dijo que ya estaba inventariado en su movimiento. Estuvo con él en el desafuero y como representante de Morena ante el INE; ahora, debido a su añeja relación con el presidente es el encargado de uno de los programas insignia de esta administración: “Jóvenes Construyendo el Futuro”.

En su oficina ubicada en Paseo de la Reforma, donde decenas de jóvenes hacen fila para pedir informes sobre cómo ser parte del programa que por el momento ha cerrado sus inscripciones debido a que alcanzó la meta en su primera etapa, el subsecretario de Empleo de la Secretaría del Trabajo reconoce que se han presentado "incidentes con ciertas empresas" y tutores, quienes en los casos más graves han retenido una parte de la beca a los jóvenes que se inscribieron como aprendices.

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En entrevista con Expansión Política, explica los avances y reconoce los "incidentes" que se han presentado, pero sobre todo destaca el reto futuro del programa:

¿Qué explica las irregularidades en el programa Jóvenes Construyendo el futuro?
Queremos resaltar que si bien ha habido incidentes en el programa, como en todo programa gubernamental donde se involucran un millón de jóvenes, más de 150,000 centros de trabajo, no los queremos minimizar, pero estadísticamente no son significativos. Son ruidosos, pero no significativos. Yo me pondría en el aspecto de presumir y de resaltar que hay en este momento 905,000 jóvenes que se están capacitando, que están yendo a sus centros de trabajo, son 157,000 centros de trabajo que contribuyen y colaboran, que les están enseñando.

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¿Cuáles han sido las principales faltas en las que han incurrido las empresas?
Ha habido tutores que, aquí hay que separar, a veces puede ser la empresa, a veces puede ser el tutor, quienes pidan dinero a los jóvenes. Este es el caso más escandaloso, por decirlo de alguna manera, que haya discriminación, que haya hostigamiento laboral, que no se cumpla el plan de capacitación programado; es decir, que no se respete el horario... son las principales quejas que tenemos.

Se habla de empresas que le piden parte de su beca a los jóvenes, por no asistir…
Pensamos que cualquier actividad irregular tiene que ser rechazada, por eso hemos dado de baja a 300 empresas, pero no es significativo en el número, para nosotros vale más que 905,000 jóvenes si se estén capacitando y que 157,000 empresas si estén colaborando, que si estén ayudando a que 300 quieran marcar a todo el programa.

¿Realizarán algún tipo de evaluación para saber si otras empresas están cometiendo irregularidades?
Hemos hecho alrededor de 2,000 revisiones en sitio, verificaciones a empresas, en general han resultado bien, por eso no hay 2,000 dadas de baja, sino 300.

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En México, se estima que hay 3.8 millones de jóvenes que no estudian y no trabajan; sin embargo, el objetivo del programa son 2.4 millones. ¿Qué pasará con los demás?
Lo que vamos a hacer es que este año vamos a cubrir un millón; el próximo año estamos revisando con la Secretaria de Hacienda cuál va a ser nuestro presupuesto para cuál vamos a alcanzar y así sucesivamente, cada año vamos a ir ajustando las metas con el objetivo de buscar impactar al mayor número de jóvenes que están en esta condición. Finalmente, nosotros pensamos que el programa tiene que ser resaltado por lo que sí está haciendo y no ser juzgado por lo que aparentemente faltaría por hacer.

¿Tienen detectado qué se puede modificar del programa?
Vamos a esperar la primera evaluación cuantitativa y cualitativa, no queremos tomar una decisión de modificar o no el programa hasta que se tenga la primera evaluación. Primero, Coneval va a hacer alguna evaluación y estamos revisando si alguna otra institución académica haga una revisión integral, tomando en cuenta que el programa arrancó en enero. Llevamos 8 meses, pero mayoritariamente los jóvenes que entraron al programa entraron en abril y mayo, así que llevamos alrededor de cinco meses. Hacer una evaluación a cinco meses me parece que sería equivocado.

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Recuerda que el fenómeno de jóvenes que no estudian ni trabajan ha sido poco estudiado en México, no hay una fuente fidedigna que nos dijera, (como el) Inegi, son tantos o Conapo, no hay esa fuente. Hicimos esa proyección y definimos esa meta, pero esa meta podrá modificarse a la luz del presupuesto y del impacto que hayamos tenido.

Jóvenes Construyendo el Futuro va a ser un programa insignia, nosotros resaltaríamos que va a ser un programa que demuestre que, con mucha voluntad, con mucho trabajo entre los jóvenes, el gobierno, y las empresas es el triángulo perfecto, se puede ejercer un programa como éste, del tamaño y de la magnitud, y evidentemente siempre lo podremos ir mejorando.

¿Cómo impacta a un joven acceder a una beca de Jóvenes Construyendo el futuro?
Pensamos que positivamente. El hecho de que en este momento los jóvenes puedan tener una entrada al mundo laboral pagada con 3,600, si bien puede parecer poca la beca, es positivo. Además, un objetivo que nos planteamos es que el programa quería sacar a los jóvenes de las calles y meterlos a las empresas, ese valor social, cultural, familiar es muy poderoso, porque vamos a lograr tener un impacto en otras variables de la vida pública del país.

El programa, en su momento, tendrá que ser evaluado por los impactos que significa en otros aspectos de la vida pública. El que tengas de la noche a la mañana un millón de jóvenes menos en las calles sin hacer nada, ahora en un centro de trabajo, eso tiene un impacto dramático, fundamental.