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La Marcha del Orgullo LGBTTTI no debe ser fiesta sino protesta: Gloria Davenport

La vicepresidenta del Parlamento de las Mujeres de la CDMX llama a no "frivolizar" la lucha por los derechos de esta comunidad. En entrevista, haba de su vida, de la política y del activismo.
mié 26 junio 2019 05:30 AM

Gloria Virginia Davenport es periodista, activista, rockera, política, feminista y mujer trans. Su nombre está asociado a la lucha por los derechos de la población LGBTTTI, en la calle, en los congresos y en los gobiernos, ya sea federales o estatales.

En el gobierno federal, en los tiempos de Vicente Fox (2000-2006), fue jefa del departamento de organizaciones de la sociedad civil del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) y, actualmente, es vicepresidenta de la Mesa Directiva del primer Parlamento de las Mujeres del Congreso de la Ciudad de México.

Al paso de los años, ha sido testigo y protagonista de los cambios que han hecho a la capital del país una ciudad cada vez más incluyente y pionera en los derechos de las personas LGBTTTI. Ahora, se muestra optimista ante la llegada de la llamada "cuarta transformación" a nivel federal y local, pero es consciente de que los pendientes son muchos y la resistencia también.

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El pasado 17 de mayo, en el Día Nacional contra la Homofobia, Gloria subió al templete y fue de las personas que colocaron una bandera del orgullo LGBTTTI frente al presidente Andrés Manuel López Obrador. Ese día, también abrazó al mandatario. Hoy, pese a que es optimista en los tiempos políticos actuales, le preocupa que la ciudadanía no está actuando, que el movimiento a su juicio está frivolizandose, y que las calles y el contacto humano, vital para exigir, se están abandonando para dar más relevancia al espacio virtual.

Una muestra de ello —considera— es que la Marcha del Orgullo LGBTTTI es una "fiesta" cuando debería ser usada para protestar. "Yo me pongo a pensar: ¿quién haría un carnaval el día de la marcha del 2 de octubre?", sostiene.

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¿Por qué y cómo decidió dedicarse a la política y al activismo?
La política viene siendo activismo, no podemos hablar de causas sociales, cambios sustanciales, incluso políticas públicas, si no cruzamos a la política formal. El reto no es tanto que el activista se vuelva político, sino que en la política se siga siendo activista. Yo asumí mi identidad 20 años después de vivir una doble vida. Más que el hecho de ver cómo llegué aquí, importa el hecho de que estoy aquí. Creo que, en este momento, el que haya una mujer transexual como primera vicepresidenta del Parlamento de Mujeres y presidenta de una Comisión de Derechos Humanos y de Protección a Periodistas del mismo Parlamento nos debería llevar a analizar en cómo estamos avanzando.

En la cuarta transformación de este gobierno, hemos visto cómo las mujeres somos las que estamos tomando los espacios en la diversidad sexual. Creo que lo importante de las mujeres transexuales, cuando llegamos a espacios políticos, ya no es tanto cómo llegamos sino que estamos. A veces nos vamos más por el pasado que por lo que estamos viviendo en el presente. Esto nos debe llevar a pensar cómo las personas trans estamos comenzando a tomar espacios dentro de la cuarta transformación; si vemos cuál es el discurso en el tema de la diversidad sexual, vemos que es feminista. La secretaria de Diversidad Sexual de Morena es una mujer lesbiana, la Comisión de Igualdad y la Comisión de Juventud y Diversidad Sexual en la Cámara de Diputados son encabezadas por otra mujer lesbiana; entonces, estamos viendo cómo las mujeres estamos comenzando a ganar espacios en la diversidad sexual que antes eran para hombres. Este tema del androcentrismo gay, por ejemplo. Antes hablábamos "gay, gay, gay" nada más, y es curioso que las propias mujeres no nos hemos dado cuenta de eso.

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¿Por qué se piensa que el liderazgo está peleado con la diversidad sexual?
Sigue habiendo un discurso tremendamente frivolizador y normalizante de lo que es la diversidad sexual, o sea, las propias personas LGBTI no conocemos en realidad lo que está pasando. Volvemos al punto: tenemos a un comentarista de televisión que se llama Mauricio Clark, y que diga tonterías pone a girar a todo el mundo gay en redes sociales, pero no estamos viendo la importancia que hay de que las personas migrantes que cruzan este país tengan derechos, no estamos viendo que las agendas de la diversidad sexual no solo es el matrimonio; hay que ver la protección a nuestros adultos mayores, a las infancias, acabar con el bullying, pero nada de esto existe, es solamente el escándalo de que un comentarista hable de tonterías bíblicas, ese el problema que estamos teniendo.

¿La política es dura con la diversidad?
Sí, claro que es dura, (pienso en) los espacios políticos en los que yo he estado, he sido candidata a diputada y coautora de iniciativas que se han aprobado. Por ejemplo, el ingreso de las tres poblaciones trans (transgénero, travesti y transexual) a la Constitución de la Ciudad de México fue una iniciativa que escribí junto con otras amigas, Mónica Pedroza y Rosa María Cabrera Lotfe; las lesbianas nos habían borrado de la primera versión de la Constitución y el movimiento feminista fue el que nos ayudó a entrar. Estamos viendo cómo empieza a haber una migración del movimiento trans al feminismo, ya las trans estamos teniendo más espacios en el feminismo que en movimiento lésbico-gay. Y pasa otra cosa: estamos viendo cómo empieza a haber un enfoque liberador dentro del feminismo para lesbianas, bisexuales y trans.

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Todavía estamos viviendo en un país donde lo políticamente correcto está intentando posicionarse. Necesitamos discursos de rompimiento, de confrontación, y no los estamos teniendo como debería ser. Cada avance que estamos teniendo en materia de derechos humanos, de derecho a la diferencia, nos cuesta 10 ó 15 años y, sí, es cierto, hemos tenido avances, pero nos han costado muchas vidas. Todavía la OEA estima que la vida de una mujer transexual son 35 años, yo ya tengo una sobrevida de 12 años. No estamos generando los discursos que deberíamos tener porque, en lugar de estar buscando la reflexión, estamos yéndonos con una visión completamente frivolizante, fatua, vacía.

¿Qué representa la Marcha del Orgullo LGBTTTI?
Va a haber una Marcha del Orgullo, le empezamos a llamar "pride" en México, pero es una visión clasista en realidad. No todas las personas saben inglés para entenderlo, estamos yéndonos por un clasismo incluso del lenguaje, pero lo decimos para sentirnos muy acá en lugar de decir "orgullo". Estamos viendo que va a haber un carnaval de fiesta y todo eso, en una fecha que debería exigirnos protestar contra la brutalidad que estamos enfrentando del sistema. Yo me pongo a pensar: ¿quién haría un carnaval el día de la marcha del 2 de octubre? Las marchas serias de exigencias de derechos en nuestro caso se convierten, por esta visión empresarial y neoliberal, en carnavales sin fondo. Eso sí me preocupa.

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¿La CDMX es totalmente incluyente?
El gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum está haciendo lo posible por avanzar y me consta, porque los gobiernos de (Marcelo) Ebrard y (Miguel) Mancera dejaron pendientes muy fuertes, sobre todo lo que tiene que ver con la salud de las personas trans. En 2008, se aprobó una iniciativa para que las personas trans tuviéramos derecho a tratamientos hormonales y psicoterapéuticos, yo fui coautora de esa iniciativa junto con el Partido Socialdemócrata, está en el artículo 324 y 25 de la Ley de Salud de la CDMX. Durante más de 10 años, nos han tenido en una clínica de VIH, ¿eso no es transfobia? Nadie se volvió trans por tener sexo sin condón o por una transfusión sanguínea (…) Ahorita la doctora Sheinbaum por fin toma el toro por los cuernos y se va a construir la primera clínica en México para personas trans, que son atribuciones de la Ley de Salud, y vemos cómo hay grupos ligados al PRD que están intentando tirar la clínica trans. Y vuelvo al punto: ¿dónde estamos nosotros reflexionando? Lo que importa más es que a Vicente Fernández le pongan un hígado gay.

Gloria Davenport
La activista considera que las agendas de los partidos políticos deben apegarse a los principios de la Constitución, como el reconocimiento y la defensa de todos los derechos humanos y la no discriminación.

¿No debería Morena estar dando la batalla por la población LGBTTTI?
Lo está haciendo. Te pongo el ejemplo: en Hidalgo hemos estado peleando por el derecho a la identidad por prácticamente 10 años, fueron dos legislaturas, lo vimos con PRI y PRD y nos mandaron al diablo; apenas llegó Morena y, como es mayoría, ahí logramos que en menos de seis meses se aprobaran dos iniciativas: el matrimonio igualitario y la identidad de las personas trans. Y eso está a unos cuantos kilómetros de la Ciudad de México. El caso de Sinaloa es interesante, cuando un grupo de diputados vota en contra del matrimonio igualitario. Ahorita ya está el propio partido en proceso de sanción y expulsión de esos legisladores. Hemos visto que la cuarta transformación ha caminado en este tema.

¿Va a haber resistencia? Sí, pero yo iría un paso más, también tiene que ver con el tema de agenda de mujeres, el tema del aborto, que también genera muchos conflictos y que, por ejemplo, yo formo parte de Marea Verde en Hidalgo, estamos impulsando que también entre y que va a tener que ser aprobado por la mayoría de Morena, lo que refleja que ya está buscándose una política no solo de forma sino de fondo. Cuando AMLO habló de un decreto de lucha contra la homofobia, bifobia y transfobia, salió del marco androcrático de lo gay nada más y lanzó un punto que se debe reformar. Nunca antes se había visto que un presidente dijera abiertamente "identidad de género". ¿Qué pasa? Lo que me preocupa no es Morena porque tiene sus estructuras y principios fundacionales; me preocupa que la sociedad civil no esté reaccionando ante estas coyunturas, que estamos teniendo escenarios en los cuales podemos incidir y sigue esta inercia a lo vacío, a lo frívolo que, en un momento dado, nos va a hacer perder los contextos.

¿Qué hay de los legisladores que votan en contra de los derechos de las minorías?
Los diputados son representantes ciudadanos, no pueden ir de ninguna manera contra la Constitución. El artículo 1 es claro cuando dice que no se puede discriminar por preferencias. Si un diputado llega en un momento dado a violentar, por interés personal, lo que dice la Constitución, tiene que ser sancionado y destituido, incluso. Tú como ser humano puedes tener tus ideas, pero estás en un espacio donde vas a incidir sobre los demás ciudadanos. Ellos podrán tener todos sus prejuicios pero no pueden aplicarlos en espacios donde se les está pagando para que legislen a favor de ellos. Si un diputado llega a tomar esas posturas, está mostrando que es un miserable; no podemos tener miserables ni escorias legislativas.

En el caso de Morena, los estatutos dicen que tienes que ir a favor de los derechos humanos y, si el legislador no está ahí, que lo chiflen. En el caso de PAN sería lo opuesto: si un diputado se da cuenta de que su partido está contra los derechos humanos, ahí sí es válida la disidencia. Tenemos que darnos cuenta de una cosa: tiene que haber compatibilidad entre las agendas de los partidos y la Constitución, si un partido tiene de entrada estatutos que sean inconstitucionales, debería de analizarse su situación. Los estatutos del PAN son inconstitucionales, la Constitución dice que no puedes discriminar, el PAN está haciendo todo lo posible por obstaculizar los derechos constitucionales, aquí no solamente es necesaria la rebeldía sino el rompimiento.

Me preocupa cuál es el mensaje que está comenzando a verse en nuevas generaciones, y no es que vaya a hablar del espacio de la abuelita hippie en peligro de extinción y que ya se vaya a la vitrina, aunque también es justo que nos empecemos ir a la vitrina las personas de mi generación, pero sí me preocupa que estemos perdiendo esta cuestión de luchar. Estamos queriendo resolver todo desde WathsApp, desde los Starbucks, desde símbolos de clasismo. En los 60 decíamos "Born to be wild" ("Nací para ser salvaje"), en los 70 se decía "Born to be alive" ("Nací para estar vivo"), y ahora decimos "I born this way" ("Yo nací así"). Estamos viendo cómo, en lugar de estar llegando a estas visiones que son tan necesarias, el activismo en la calle, salir y vernos las caras, todo se está transformando en un concurso de cyborgs conectados con un celular y, cuando no puedes actualizar, no tienes memoria, ya valiste. Tenemos que salir del espacio virtual y llegar al espacio de carne.

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