“Obviamente, nos gustaría que México pudiera asumir posturas un poco más frontales, como se asumieron en gestiones anteriores”, agrega Díaz, en alusión a las críticas abiertas que la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018) dirigió en contra del régimen de Maduro e, incluso, impulsó dentro de reuniones de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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A cinco meses de que Guaidó se proclamara “presidente encargado” de Venezuela y —arropado por otros líderes políticos— buscara sumar apoyo interno y externo para lograr un cambio de gobierno, Díaz subraya su llamado a que México se una a los más de 50 países que ya demandan a Maduro permitir una transición por la vía de nuevas elecciones presidenciales.
Más aún, y a pesar de que López Obrador insiste en apegarse a los principios de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos, el venezolano confía en que poco a poco las aguas comenzarán a cambiar su cauce. Una prueba de ello —dice— es que en mayo pasado México decidió dar protección en su embajada al diputado opositor Franco Casella, quien es acusado de traición a la patria y, según sus compañeros, fue indebidamente despojado de la inmunidad parlamentaria.
En medio de estas tensiones y de la expectativa sobre si México mantendrá o no su postura en torno a Venezuela, este es un fragmento de la entrevista del representante de Guaidó con Expansión Política.